Su esfuerzo fue apoyado por muchos
Aprendamos a orar como él…
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla,
no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme
y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
¡Señor... si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!
Mahatma Gandhi.
No importa que ideología o posición política tengas, todos coincidimos en algo:
Queremos Paz, con dignidad, fortaleza, integridad.
No queremos tan solo sometimiento.
Lo que se siembra se recoge, lo que enviamos... regresa.
Ojalá esta presentación como hoja que acarrea el viento, se pose en el espíritu, y haga reflexionar a quien por casualidad la encuentre y la disfrute. y decida ser un factor real de cambio en Sí mismo y su ambiente.
Seamos catalizadores, levaduras, rocío, y alimento. no seamos pesos muertos, indiferentes , destructivos, o inconsecuentes…
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