Saturday, February 27, 2010

Una serie de video reflexiones sobre lo ya vivido y lo que resta por vivir

Se ha dicho que las imágenes son mil veces más valiosas que las palabras.
¿Imágenes y palabras juntas... cuán valiosas podrían ser?
la vida es una sucesión de conceptos y eventos.
El hombre es a la vez sujeto y objeto.
la sabiduría reside en el llegar a conocer
cómo enlazar armónicamente ambos extremos,
y al mismo tiempo aprender de ello,
dejando un legado positivo
de conceptos y experiencias,
a los que aún están por venir y vivir.
Nosotros, LOS GRANEROS VIEJOS DE LA VIDA,
sazonados y curtidos por la vida,
somos los más apropiados para transmitir
las adecuadas inquietudes a los
más jóvenes, en proceso de comprensión
y adaptación a la vida.
y exhortarlos a interrogarse a sí mismos,

demandado respuestas verídicas

a los gobernantes y líderes,

con integridad, honestidad y valentía,

sobre qué es lo que está pasando,

y cual es la verdadera motivación

de tanta arenga vocinglera

y manipulación social y mediática,

teniendo siempre en cuenta

que no hay dádivas desinteresadas,

que lo que tiene un valor real

cuesta esfuerzo personal y entrega,

y a como el dicho popular nos dice:

no hay almuerzos gratis, ni prebendas.

Y la solución, individual o colectiva, a tanto sufrimiento

se ve cada vez más lejana

mientras va cada vez más en aumento.

Por no querer comprender cuanto más fácil

sería el vivir si nos apegáramos

a los valores morales correctos

y siguiéramos íntegramente

las simples reglas de la vida

que nos depara el sentido común,

aunque no tan común en estos tiempos tan inciertos.

Y si el vivir de tal manera nos pudiera condenar

al ostracismo, el rechazo o a sufrir las injusticias,

no por eso debemos claudicar, sino más bien

silbemos, cara al viento, y sigamos adelante,

transitando los caminos correctos.

Bendícelos, Señor.

Tú sabes, Señor, que los que están leyendo esto

son muy especiales para mí.

Agradezcamos a todos aquellos,

a quienes les importa lo suficiente

el mantener un pensamiento positivo,

y comparten sus sentimientos y sus mejores deseos

para todos nosotros y aquellos

que hagan un alto en su agitada vida

y mediten en todo esto,

y que esperanzadoramente

lo hagan parte de sus vidas,

para un cambio por el bienestar propio,

tanto nuestro,

como de nuestras familias y amigos,

así como de todo el conglomerado social

del mundo entero

sin distinciones ni discriminaciones algunas.

Tuesday, February 2, 2010

¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ PASANDO? ¿Y QUÉ PODEMOS HACER AL RESPECTO?

En las últimas semanas he estado inmerso en un diluvio de correos electrónicos, así como miríadas de noticias y comentarios televisivos sobre las crisis mundiales, transformaciones negativas, miserias y esfuerzos por socorrer a las víctimas.

Al mismo tiempo he estado analizando los reclamos y manifestaciones de muchos que están en desacuerdo con las motivaciones y acciones de los gobernantes de sus naciones.

Me tomo muy en serio la legitimidad de sus puntos de vista, así como la de los míos, muy personales, que me hacen, apasionadamente, disentir completamente con algunos de esos mismos gobernantes.

Pero no siempre toda las fallas y las responsabilidades recaen sobre sus hombros. Me viene a la mente una afirmación de un candidato presidencial que afirmaba vehementemente: “Es la economía”, al tratar de enfatizar el meollo del concepto fundamental que permeaba su campaña proselitista.

Tiendo a estar de acuerdo con esta afirmación, con tan solo unas pequeñas diferencias de interpretación y contenido. Porque, a mi modo de ver, el problema realmente no es la economía, el dinero y la riqueza por sí mismas, sino la forma en que la vemos, la buscamos, la perseguimos, hacemos componendas con tal de conseguirla, y abusamos de ella, que es lo que está hundiendo al mundo entero en una vorágine y caos que parece insondable y sin remedio.

En el transcurso de mi vida he visto y apreciado a muchas personas que han creado y continúan creando riqueza en una forma honesta, a través de su empuje, su visión y dedicación y aprecio de los que colaboran con ellas en sus esfuerzos.

También he visto a muchas personas, destrozadas y destruidas por la insensibilidad de otras personas, coludidas con, y cómplices de las maniobras y esquemas estructurales más corruptos y cínicos.

Los he visto actuar sin escrúpulo alguno, ni temor o remordimiento, en su búsqueda, adquisición y control de la riqueza y la influencia conveniente a cualquier costo, sin ninguna consideración para aquellos a los que atropellan y victimizan destruyendo inmisericordemente futuros y esperanzas.

Pero lo más lamentable y doloroso, es el ver la fingida indiferencia de los amigos, conocidos o compañeros de labores, sutilmente distanciándose, si es que no ponen farisaicamente en duda la inocencia de los infortunados, que engrosan las filas de los victimizados y desposeídos de medios, posición y fortuna, por el temor de verse incluidos en esas masas.

Todo esto, y en una reacción emocional de apoyo y comprensión de la motivación de los que tratan de identificar los por qué y los cómos que causan la presente y abrumadora confusión, odio, violencia y crisis sin final o fundamento, me ha hecho considerar y meditar sobre lo que está sucediendo, lo que lo está causando, y lo que tendríamos que hacer para enfrentarlo, retarlo y dominarlo, por razón de nuestra paz, presente y futura.

Había estado tratando de plasmar y grabar mis pensamientos en el ambiente más íntimo y silencioso, para, en mi modo de pensar, poder enfocar apropiadamente los conflictos, pero la vida misma me ha enseñado que ello sería tan solo un ejercicio intelectual y estéril, si ocurriera aislado de los sonidos recurrentes de las crisis.

Al tratar de grabar la melodía de fondo del video en que trataba de plasmar mis pensamientos, el ruido ascendente de los automóviles que aceleraban precisamente al pasar ante la ventana de mi estudio me enseñaron la improcedencia de mi esfuerzo.

Por lo tanto, dejé de esforzarme de grabar los sonidos en el más absoluto silencio circundante, y permití que los ruidos de la vida corriente se integraran a la música de fondo que encuadraba mis pensamientos más íntimos, al tratar de meditar sobre todo lo que está sucediendo, preguntándome qué es lo que está pasando y lo que podríamos hacer al respecto.



¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ PASANDO?

¿Y QUÉ ES LO QUE PODEMOS HACER AL RESPECTO?



¿Qué es el no oír, y callar
Cuando los poderosos abusan?

¡Simple y claramente
Hipocresía, complicidad y cobardía!

¡Lo mismo que el buscar excusas
Para cerrar los ojos
Y no resistir o reaccionar
En contra de esos voraces
Depredadores!

¿Qué es el eximir a los gobernantes
y líderes de la industria,
las finanzas y el comercio,
de su responsabilidad y las sanciones
por despojarnos del vivir en libertad
y bienandanza?

¿Por razón de la, por conveniencia,
Y por ello considerada indispensable,
Necesidad de preservar los privilegios
Y “status quo” de los líderes
Que abusan?

El actuar así es convertirnos
En los conscientes y corresponsables
Testigos y cómplices de los culpables
De implantar la negra noche
De la opresión y esclavitud
Disimuladas y encubiertas.

Corriendo en proboscídea estampida
A apoyar a los amenazados
Gobernantes y manipuladores
Ambiciosos y corruptos

Aplastando a los que ellos,
Específicamente fueron elegidos
Para proteger y estimular su progreso.

Sin vergüenza ni remordimiento
Por la abierta manipulación
De los derechos que están supuestos
A preservar y defender.

¿Cuál es la verdadera razón
Del clamor internacional
Cuando un líder abusador
Es removido por la exasperación
Y rebelión de los comúnmente
Resignados y timoratos?

¡Tened cuidado! Tiempos vendrán
Cuando los enjaulados y manipulados
Devoren a sus abusivos y despiadados
Carceleros y manipuladores!

Expulsando a los traidores
A su deber de preservar la justicia,
La paz y el mutuo entendimiento social
De sus naciones y habitantes.

No olvidemos que las naciones
Son empresas
Y los pueblos accionistas
Con derecho a despedir
A sus gerentes y administradores
Corruptos o ineficientes.

El reto es el hacerlo de manera cívica,
Colectiva y consciente, sin violencia
Aún en contra de las parásitas
Burocracias institucionales
O foráneos y egoístas intereses.

Para no caer en el abismo
Y la miseria de las sociedades sujetas
A la violencia de las masas
Ignorantes y manipuladas
Por estos líderes impenitentes

Existe un hecho que parece ser
Consistentemente ignorado,
No visto u olvidado.

Todos navegamos en el mismo barco,
Minúsculo o pequeño,
A como prefiramos o nos sintamos cómodos,
Pero el mismo barco
Aunque no nos guste por ello.

En el arribaremos a puertos seguros
O nos hundiremos irremediablemente
En las turbulentas aguas
De la estupidez humana.

Ningún insulto, acusación,
Adjudicación de culpa,
Exoneración de responsabilidades
O reacciones violentas,
Aliviarán las complejas y abrumantes crisis,
Sino tan solo nuestra apreciación honesta,
Y la restitución de la integridad,
Y así hacer posible un cambio real
Para lo positivo y lo correcto.

Nosotros mismos hemos hecho
lo que el mundo es hoy en día.
Por nuestra acción o inacción.
Por nuestro activismo
O nuestra indecisión funesta.
Por nuestra ambición o pereza.
Por nuestros fariseísmo hipócrita
O radicalismo violento.

Ya es tiempo de hacer un alto en el camino
Y de cambiar lo que sucede.
Nosotros, los probos
O los indiferentes testigos
A la vera del camino.
Podemos elegir ser
O la destruida Sodoma y Gomorra
O la arrepentida Nínive.

Los ya aplastados y destruidos,
Los sufrientes y los oprimidos,
Los encarcelados sin esperanza de redención,
Libertad o restitución alguna,
Los inocentes por nacer
Para enfrentar el caos
Que estamos dejando atrás
A nuestro paso por la vida,
Así nos lo demandan.
Tenemos una deuda impagable con ellos.

El cambio es siempre posible, si es deseado. De nosotros depende el tipo de cambio que queramos. Para lo peor o para lo mejor en relación a lo que ya tenemos. Y consecuentemente dependiendo de las acciones que emprendamos.

Comencemos por cambiar nosotros mismos, y a trabajar influenciando a otros con nuestro ejemplo y acciones, en un círculo creciente y restaurativo.

Y si somos ignorados,
Descartados,
Atacados,
Aplastados,
O rechazados,
Descansemos en paz,
Con el conocimiento de haber hecho
Lo que estábamos supuestos a hacer
Sin importar el resultado
O circunstancia alguna.