Monday, July 19, 2010

1: REFLEXIONES PARA LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES

El sábado pasado una de mis nietas llegó a sus diez añitos de vida. El domingo, todas las mujeres de la familia, desde la abuela, mi esposa, hasta las tres pequeñitas, además de sus amiguitas más cercanas, celebraron el día en compañía de los niños de un orfanatorio.

Compartiendo su tiempo, pintando paredes, distribuyendo regalos, prodigándoles un poco del mucho amor, cuidado y protección, que nuestro omnipotente, y omnipresente Señor ha derramado sobre todos nosotros a través de todas nuestras vidas.

El sábado en la tarde, como cumplido abuelo, gocé grabando videos y tomando fotos de ellas y 5 de sus amiguitas más cercanas. Fue todo un atardecer de alegría, danzando, riendo, haciendo chistes, corriendo a lo largo y ancho de los jardines del residencial donde ella vive.

Y ello me hizo recordar pensamientos compartidos durante otro tiempo hermoso, hace casi dos años, con Andrea Alejandra, la segunda de mis nietas. Ellos surgieron con motivo de mí compartir con ella mi entendimiento de la vida, ya que ella tenía que escribir un ensayo sobre el tema, ya a finales de su quinto año de bachillerato.

Sucedía también que ella estaba arribando a sus 17 años y soñaba con seguir prontamente los pasos de su padre, mi hijo mayor, en la universidad.

Tuvimos la alegría de ver calificado su ensayo con las mejores calificaciones, y me sentí todavía más emocionado al ver, que sin cambios espectaculares en su modo de actuar, se convertía en la sobresaliente y bien centrada jovencita que actualmente sigue obteniendo excelentes calificaciones en su primer año universitario y su carrera de Ingeniería Industrial.

Habiendo incluido a sus compañeros de clases y amigos en este íntimo círculo de jóvenes que se reunían en la casa de mi hijo, para estudiar y compartir como exuberantes adolescentes que son, hoy quiero compartir estos pensamientos con todos aquellos , jóvenes o adultos, de cualquier edad, clase social o condición económica, que por casualidad los lean.


Porque deseo para todos lo mejor de todo, lo verdaderamente mejor, no las mascaradas ni los falsos artificios de este mundo acelerado en que les toca vivir.

A como uno de mis mejores amigos compartía no hace mucho conmigo,

(Comienza cita) “me alegro que encuentres gozo en estudiar, escribir y transformar las lecciones de la vida en pensamientos plasmados en el papel. Será un magnífico legado el que así dejes a tus hijos y nietos. Debemos transmitirlos… ser mentores y guías para las generaciones que nos reemplazarán.

Nosotros hemos sido bendecidos al poder conocer los gozos que solamente conocen los viejos guerreros… aquellos que ganaron sus condecoraciones, no en los campos de parada sino que en las trincheras de la vida” (termina la cita).

Por ello, y yendo al fondo mismo de mis sentimientos que se desparraman como riachuelos nacidos en el manantial de mis experiencias, les dejo a su disposición los pensamientos que ahora les ofrezco.

Reflexiones para los adolescentes y jóvenes adultos
que están apenas comenzando a vivir en estos tumultuosos días.

Una anciana preguntaba a unos jovencitos
por qué se emocionaban tanto con las acciones
de quienes no saben ni siquiera que ellos existían,
y por qué vivían tan ansiosos
por tener a cualquier costo
lo más reciente que salía al mercado.

Esto debería hacernos reflexionar a todos
que por más poderosos que seamos
o pensemos que somos
no podemos evadir o alejarnos de las tormentas
que afecten nuestras vidas.

Los desencantos, las pérdidas,
o para decirlo simplemente,
las expectativas no reciprocadas
son las cosas que sin importar nuestra edad,
estado anímico, afluencia económica o estatus social,
a veces nos hace sentir como ancianos indefensos,
o infantes, necesitados de seguridad, protección y afecto.

Y esto no es siempre fácil admitirlo
por nuestra necesidad de tener y mantener viva
nuestra propia identidad,
asegurando, así,
nuestra Autenticidad
e Independencia.

En estos mis postreros años quiero compartir con vosotros
mi entendimiento de todos estos conceptos,
y todo lo que deseo
para que ustedes tengan
una vida significativa y transcendente,
a pesar de cualquier circunstancia adversa.

A todos ustedes, los que enfrentan un futuro incierto,
quisiera recordarles,
para que estos pensamientos se conviertan
en vuestra permanente compañía,
y en los parámetros que los guíen a través de sus vidas.

Y lo que hoy alegremente gozan,
como lo justificadamente vuestro,
se convierta en el firme y duradero fundamento…
y el ambiente, donde los conceptos
se conviertan en realidades
sólidamente implantadas en vuestras vidas conscientes.

¡Lo Auténtico!
¡Lo Correcto!
¡Lo Verdadero!
¡Lo Fundamental!
Por su propia naturaleza están íntima
e indisolublemente
fusionadas con la dependencia
y la confianza en vosotros mismos.

Si estáis seguros de lo que realmente son
y de lo que quieren ser
indudablemente sois auténticos,
pero, si por alguna circunstancia la inseguridad personal
se hace presente en vuestra vida,
es posible que no crean poder superarla,
o peor aún, quieran tratar de disimularla
por medio del camino fácil del aparentar lo que no son,
ya que muy dentro de vosotros mismos
os visualizáis de manera muy diferente.

Y es en estas circunstancias cuando es tan fácil
confundir la autenticidad
con la excentricidad o la superficialidad extrema.

El problema real no es el ser emotivo
o que te gusten las cosas buenas de la vida
como la ropa de calidad, la música,
el socializar o el admirar las tendencias de la moda
o los íconos de la misma.

El problema es la consciente o inconsciente imitación.
El problema es el someterse a las presiones del grupo
o al capricho de la moda.
El problema es el deseo constante de tener más de lo que ya tienes,
tan solo porque otros tienen más de lo que ya tú tienes.

¡Goza la vida!
Pero dentro de los auténticos parámetros de tu identidad propia.
Busca tu realización personal
a través de la genuina expresión
de tu potencial, tus habilidades, tu perseverancia,
sin dejarte arrastrar por la histeria y exigencia colectiva
que te exige comportarte
y actuar con la irracionalidad del grupo.

Sé siempre como eres dentro de ti mismo,
en casa, en tu círculo de familiares y amigos,
y aquellos que te amen como si fueras uno de ellos mismos,
porque ellos serán tu refugio y confort
en todo tiempo y circunstancia a lo largo de los caminos de la vida,
desde el comienzo de tu caminar cuesta arriba,
hasta que tus cansados pasos se pierdan
en los límites lejanos de tus horizontes


2. DESTINO, ESPERANZAS Y TEMORES

Para completar estas reflexiones, quiero compartir mis pensamientos con los jóvenes y no tan jóvenes por igual, ya que todos somos parte de la trama viviente que hace que este mundo sea lo que es.

No quiero, ni por un instante, evadir o cerrar los ojos a las duras realidades de la vida que afligen a todas las sociedades e individuos, hoy en día.

Tampoco quiero demonizar o condenar a los que sucumben ante ellas o ante los conveniencieros incentivos ofrecidos a fin de ganar voluntades o torcer actitudes cuando estas se oponen a los que detentan temporalmente el control de los conglomerados sociales en los que están viviendo.

Cada quien, a como alguien ha dicho, es dueño de sus propios miedos, pero yo aún más bien diría, cada quien tiene un límite de resistencia y un punto de quiebre de voluntades y acciones.

Sin embargo, y para ser fiel a los valores morales que me fueron inculcados desde mi niñez más temprana, necesito afirmar que ninguna presión exterior es lo suficientemente poderosa e inevitable, como para abrumar o demoler nuestras voluntades o destruir nuestras integridades personales.

A todos vosotros os digo, que vale la pena el permanecer a toda costa siendo real y enfrentando gallardamente todas las triquiñuelas de la vida, sus tentaciones y presiones fatales.

Debemos realmente comprender que las adversidades pueden ser superadas, las esperanzas son el ingrediente indispensable para una vida plena, y que los temores se apoderan de nosotros, siempre y cuando dudamos, vacilamos o claudicamos ante las sutiles, toscas y poderosas, no hay que negarlo, amenazas a nuestro correcto entendimiento de la vida y nuestras consecuentes acciones, actitudes y pensamientos.

Los manipuladores de siempre harán uso de toda circunstancia y tiempo, doquiera y en cualquier momento que mostremos debilidad, codicia o actitudes acomodaticias.

POR LO TANTO, COMPRENDAMOS
LO QUE EN REALIDAD SON
EL DESTINO, LAS ESPERANZAS Y LOS TEMORES.

El miedo a la vida.
El miedo al hombre.
El miedo a la presión del grupo.

Todo se reduce a la interrogante fundamental
sobre SER O NO SER
Y, luego, enfrentar las consecuencias.

Determinando, conscientemente,
quién eres y quién quieres ser.
Decidiendo, sobre todo,
quién quieres ser cuando no haya testigos a tu lado.

Aceptando que Dios tiene un plan
y un tiempo para tu vida.

Normalmente la gente tiene miedo a la muerte,
Ya sea en su forma natural
o a la muerte emocional de la condena a la soledad
o el rechazo de los vecinos, conocidos o amigos.

Y por ello permiten que el miedo a la vida
o a vivirla correctamente entre en sus vidas,
evitando arriesgarse y mantenerse firmes
en sus convicciones y creencias.

Cediendo a las presión y a la manipulación
del impulso natural de querer ser aceptados
en el entorno social,
por los ocasionales compañeros
de viaje por la vida.

Una cosa tenemos todos que aprender
mientras transitamos por la vida.
El no tener miedo al mundo,
a la muerte o a la vida,
o a la sumisión obligada
a ninguna exigencia
o conducta irracional
demandada por el grupo.

Y mientras vayamos transitando
por los vericuetos de la vida,
no permitirnos más que ser,
al mismo tiempo,
verticales y sin componendas,
en lo que somos
y en lo que hacemos consecuentemente.

Tolerantemente comprendiendo
tanto las nuestras como las ajenas debilidades,
sin por ello justificar o aceptar
lo nocivo, lo falso o lo incorrecto,
simplemente por una interesada
o impuesta conveniencia



3. EN PAZ

Si nos mantenemos fieles, resistentes, y persistentes, llegará el día en que podremos, regocijadamente, y con toda certeza, proclamar, para que todos lo oigan, que estamos en paz.

Desde mis años de secundaria siempre me ha gustado la poesía. Hasta escribí y gané algunos premios menores utilizando un pseudónimo cuando era un cadete militar.

Uno de los poemas que me ha gustado más, aunque, en ese tiempo, lo menos que podía imaginarme es que se aplicaría algún día a mi vida, era, y todavía lo es, con causa justificada hoy en día, el poema “EN PAZ” escrito por el poeta y diplomático mexicano Amado Nervo.

He aprendido finalmente que vivir la vida en toda su plenitud no es escalar y aferrarse desesperadamente a la cima de las montañas, a cualquier precio, a pesar de la nieve, los vientos congelantes y el vacío interior que usualmente constituyen lo colateral a los premios del reconocimiento y del éxito en este mundo.

Lo peor de todo es el de sintetizar el éxito como la mera adquisición del estatus social y la bienandanza económica, hasta llegar al exceso, a costa de la paz interior, la soledad bienaventurada y el gozo de la remembranza de los recuerdos que te dicen, una y otra vez, que te sobrepusiste con honores al fragor de las tormentas conveniencieras que atacaron sin descanso alguno nuestra integridad y auto-estima a lo largo de los años ya vividos.

El estar en paz, mientras transcurren los años dorados de nuestra edad postrera no es el final del camino. Es, en cambio, la fase fundamental en la vida cuando el significado y la transcendencia residen en la transmisión de las experiencias acumuladas a los que vienen atrás, ansiosos de llegar a las metas que presienten los esperan.

Al hacerlo, las nuevas generaciones, por lo menos, no podrán convenientemente decir que no conocía donde estaban los rodeos fatales en el camino y los errores que esperaban su paso para desviarlos de la senda recta que los habría de llevar a los niveles más altos de la auto-realización en lo que realmente es importante en esta vida.

Sinceramente espero, que algún día, cada uno de ustedes, los que, aunque sea por unos efímeros instantes, presten atención a estos pensamientos, puedan finalmente decir, a como lo digo hoy en día: Vida, nada me debes. Vida, estamos en paz.

Porque por eso es por lo que realmente la vida es digna de ser vivida. Para poder decir, al final de la misma, o cuando se pregunten por qué la adversidad no nos ha destruido, que valió la pena ser fieles a lo que era correcto, fundamental y justo, por ser la única manera de poder afirmar que la paz verdadera es nuestro tesoro, y que vivimos la vida, con obstáculos y pérdidas pero sin remordimientos.
¡EN PAZ!

Muy cerca de mi ocaso yo te bendigo Vida,
Porque nunca me diste ni esperanza fallida,
Ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

Porque veo al final de mi rudo camino
Que yo fui el arquitecto
De mi propio destino;

Que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
Fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas;
Cuando planté rosales coseché siempre rosas.

Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno,
Más tú no me dijiste que Mayo fuese eterno.

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
Más no me prometiste tan solo noches buenas;
Y en cambio tuve algunas santamente serenas.

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
Vida, nada me debes.
Vida, estamos en paz.


TENED CALMA, DIOS ESTÁ EN CONTROL.