SACRIFICIO Y TRABAJO HONESTO Y DURO… EL INEVITABLE REQUISITO PARA EL ÉXITO.

PERO NO LA SEGURIDAD TOTAL DE LA AUSENCIA DE DISTURBIOS, PRUEBAS, DISCRIMINACIONES, FRACASOS, DESGRACIAS Y ERRORES.

El actual presidente de Los Estados Unidos recientemente y en forma clara, mesurada y honesta, manifestó que los pueblos, y sus dirigentes, debemos aprender de la historia pero sin quedarnos atrapados en ella.

Tan contundente afirmación la hizo en respuesta a las diatribas y arengas de los buscadores incansables de la notoriedad política internacional, colocados tan solo en una posición de representación social, ya que profundamente dudo que lo estén en una posición de poder real.

Porque aunque electos por sus pueblos, en realidad tan solo se mantienen perorando, con engoladas voces o estridentes exhabruptos, en coros y escenarios oportunistas.

Mientras en casa, sin empacho alguno, y más bien con autoritaria arrogancia y cinismo, dilapidan y saquean los erarios confiados a su control y cuidado, sin llevarles ningún beneficio real a los que confiaron en ellos.

Es irrisoria y digna de lástima, la actitud de cada uno de estos interlocutores, que futilmente se embarca en una inefectiva política de pretendidas ofensas, a voz en cuello, por aquello de que no ofende el que quiere sino el que puede, y hay mucha caña que moler en relación a quien realmente puede.

Y ello nos trae a la mente las imágenes de losnerviosos chihuahuas de ojos saltones y los apacibles san bernardos con su tonelito deagua o brandy atado al cuello, para auxilio de los extraviados en las gélidas nieves.

Las imágenes se afirman y consolidan por la similitud de la actitud de los minúsculos canes al pretender sacar de sus casillas al determinado y determinande perrazo, que con un solo manotazo podría enviarlos chillando a acurrucarse en el rincón más oscuro de sus desvanes políticos.

Porque es contradictorio y rídiculo el hecho de que a mayor bulla más exigencias de ayudas se pretende que los ofendidos provean. Talvez por la retorcida concatenación de ideas de osadía por una parte y pretendida eclosión de sentimientos de culpa en la otra. Para poder así despilfarrar la ayuda sin necesidad de justificación alguna, ni remordimiento, escrúpulos, o gratitud hacia el provisor de la ayuda.

Por ello insisten con cansona insistencia en aquello de los históricos abusos y las deudas que en su complicado engranaje de la diatriba distorsionante, nunca se deben de acabar, para beneficio y conveniencia de los sempiternos y manirrotos limosneros, que exigen con una mano abierta y extendida, y con la otra alzando el garrote de la ofensa y de la intransigencia.

Todos deberíamos aceptar, individuos, comunidades y naciones, el irrefutable concepto de que cooperación es un término y una realidad de dos vías de compromiso mutuo.

O se es socio con mutuas responsabilidades que compartir y cumplir a cabalidad completa o se rompe o se elimina toda sociedad y todo trato. Ninguna ecuación contiene tan solo una parte. Ambas partes están unidas por una realidad mutua.

Todo lo demás es tan solo una delirante utopía, cuando no una virtual pero no menos efectiva pesadilla.
No existe racionalidad lógica, correcta y práctica en la pretensión de intercambiar recursos naturales, con exigidas ventajas para la parte, que por debilidad, inercia, pereza o populismo, no puede ofrecer un producto atractivo y, de acuerdo con la ampulosa jerga comercial, provisto de un significativo valor agregado.

La lamentable realidad es que tan solo podemos ofrecer materias primas a granel o deficientemente producidas.

Como aquello de una nación que se jactaba de vender toneladas de tierra, sin percatarse de que lo valioso no era la tierra sino los invaluables kilos de grafito, uranio, plutonio y demás raros elementos escondidos en la tierra.

O lo de otra nación que rechazaba el financiamiento y la cadena comercial de la carne, tan solo porque las exigencias de los compradores no se identificaban con las tradicionales, porque tan solo esa era la excusa, formas de procesar la misma.

La lamentable realidad es que los países diz que menos desarrollados, porque eso del subdesarrollo se desarrolla primero en la mente y el espíritu de los pueblos, se autojustifican y se escudan en pretendidos derechos migratorios, al enviar a los menos privilegiados a las naciones afluentes, para que deslomándose en trabajos que ya no quieren los nacionales de esas naciones, enviar de regreso el doloroso fruto de sus sacrificios.

Porque precisamente los vocingleros portavoces de las protestas politiqueras son los que más se benefician al no tener que proveer lo que los así exilados a la fuerza proveen a los que quedan atrás. Y eso cuando no lo desperdician en irresponsables francachelas.

Nunca el éxito y el progreso ha sido posible con estas actitudes negativas o por lo menos insconcientes e irreales.

EL SACRIFICIO Y EL TRABAJO HONESTO Y DURO SIEMPRE HAN SIDO EL INEVITABLE REQUISITO PARA EL ÉXITO.

SIN QUE ELLO AUTOMÁTICAMENTE CONLLEVE LA SEGURIDAD TOTAL DE LA AUSENCIA DE DISTURBIOS, PRUEBAS, DISCRIMINACIONES, FRACASOS, DESGRACIAS Y ERRORES.

Pero las imágenes son mas poderosas que los miles de palabras. Todos los países, nuevamente en palabras del Presidente Obama, han sido a su debido tiempo expoliados, explotados, sujetos a las más duras y extremas condiciones sociales.

De la estámina, del coraje, decisión, realista apreciación de la dureza presente y del potencial venturoso futuro, ha podido llevar a esos pueblos a las posiciones cimeras, hoy tan envidiadas por los limosneros presentes.

Todos, y en ello incluyo a todos, políticos, politiqueros, explotados, explotadores, oportunistas, pendencieros, quejosos, plañideros, holgazanes, pusilánimes, iletrados, intelectuales, filósofos callejeros y cómicos de la legua, debemos, para poder salir airosos de nuestras misérrimas condiciones, comenzar por buscar dentro de nosotros mismos el coraje y la valentía, necesarias para cambiar nuestras actitudes, y poder comenzar la ardua labor de construir nuestro futuro.

Buscando sin descanso y a través de una paciente dedicación como adquirir las necesarias habilidades vocacionales, educacionales o practicas.

Sin desfallecer por las díficiles e inconfortables circunstancias

Preservando a toda costa nuestra dignidad personal, auto estima y respeto.

Considerando positiva toda potencial actividad que pueda propiciar y hacer posible nuestra búsqueda personal de autorealización y satisfacción de nuestras necesidades materiales.

Sin dejarnos dominar por ninguna irracional arenga y llamado a la intolerancia y la violencia por razón de pretendidos o reales abusos, pretendidas deudas históricas, ofensas o cualquier otra excusa sacada como conejos del sombrero de los prestidigitadores.

Porque es imperativo realizar y darnos cuenta que siempre habrá desigualdades y abusos, pero que de nosotros depende el sobrellevarlos hasta que podamos sobreponernos y erradicarlos.
Comprendiendo y actuando inteligentemente en consecuencia, que ello nunca será posible a través de protestas estériles, sino que a través de la adquirida independencia por razón de nuestra dedicación a la labor honesta y liberadora.

Independencia que necesitamos hacer nuestra a base de trabajo, determinación y esfuerzo, para poder asegurar nuestro irrebatible e irrebatable bienestar y progreso, a pesar de los tropiezos y accidentes del camino.

Sin menospreciar ninguna actividad productiva por humilde, inadecuada o denigrante, desde nuestra orgullosa perspectiva.

Teniendo siempre en mente que si no llegamos a ver con nuestros propios ojos este soñado progreso, sin duda alguna nuestros hijos o sus descendientes, por razón natural de la vida y de la historia, serán los que gozarán el fruto de nuestros presentes esfuerzos.

Enfatizado en todo tiempo que lo que no podemos por ninguna cause perder es el optimismo y la decisión de continuar participando en el maratón de la vida, levántandonos si es necesario por la fuerza, si tropezamos y enrojecemos con nuestra sangre la tierra.

Sin rehusarnos a llevar a cabo lo que tengamos que hacer, o se nos ofrezca hacer, por difícil, peligroso, o no visiblemente beneficioso de inmediato, o no aparentemente destinado a favorecer nuestra ganancia o beneficio personal.

Sin desfallecer si nos vemos, una y otra vez, con nuestros recursos destrozados o maltrechos por los accidentes del camino.

Porque la labor agotadora y las maquilas sin sentimientos no son invenciones de ahora, o de nuestros explotadores presentes.

Porque ambas fueron la cuna donde nació y creció el coraje y la valentía de otros pueblos, y el horno purificador donde se forjó el acero inoxidable de sus superaciones individuales y colectivas, que hoy aseguran el porvenir de sus descendientes, aunque se vean enfrentados a las previsibles crisis del abuso de las comodidades y afluencias.

Teniendo la seguridad omnipresente de que el amor, el origen y razón de ser de nuestras vidas y esfuerzos, siempre han florecido a pesar de cualquier adversa o difícil circunstancia.

¡LA VALÍA INTRÍNSECA Y REAL DEL INDIVIDUO!

Comencemos la ardua tarea de la reconciliación con nosotros mismos y la apertura hacia el futuro enfrentando las circunstancias con valentía y optimismo.

Como requisito indispensable y sin querer aparecer a los ojos de tanta gente desesperanzada como otro más de esos cristianos que a fuerza de querer tener levantados los ojos al cielo de sus utópicamente privilegiadas existencias viven una existencia virtual divorciada de las realidades.

No quiero aparecer como otro de tantos que a fuerza de querer torcer la mano de Dios para que derrame sus bendiciones lo visualizamos como si fuera propiedad nuestra o un esclavo comprado a precio de guate mojado por nuestras supuestas conversiones, súplicas, oraciones, e invocaciones orientadas tan solo hacia nuestras humanas conveniencias.

Pero, eso sí, quiero enfatizar que somos hijos de Él, y que El como padre amoroso, es cierto que protege y que bendice pero también corrige y endereza, y aún más, respetando nuestras talvez egoístas decisiones nos permite desviarnos del camino para que aprendamos aunque sea a la brava y en carne propia los desatinos y los desaciertos cuando queremos tomar en forma exclusiva las riendas de nuestra vida y destino.

Sin embargo, o precisamente porque somos sus hijos, siempre nos recuerda que nos hizo a su imagen y a su semejanza, aún cuando nos encontremos sumergidos en las más densas tinieblas, y que como tales, imágenes y semejanzas, tenemos impresa en lo más íntimo de nuestro ser la valía reflejada de la inmensidad de su divina presencia.

Porque somos valiosos, y El nos lo recuerda a través de los pensamientos positivos y generosos de los muchos que se toman en serio la búsqueda real e integral del significado del individuo y la vida.

Meditemos en los conceptos que definen esta inmensa valía, y que podremos ver en el video al final de estos comentarios. Y demos gracias a Dios por las personas que con mesura y sabiduría interior nos los ofrecen.

¡Obsérvate a ti mismo inmerso en tus tinieblas interiores! y después observa a tu alrededor la belleza de la obra de tu Creador… ¡Observa, piensa y medita!

¿No crees que sería bueno hacer un inventario de tu vida? Para así vivir con mayor alegría y optimismo.

¿Por qué llorar porque te aprieta el zapato si otros caminan con zapatones rotos, otros más tan solo sueñan con tenerlos y muchos otros, aunque no tengan pies, le sonríen a la vida?

¿Por qué vivir pensando en el 10% de las cosas que nos hacen sufrir y no recordar el 90% de las cosas que nos salen bien y alegran nuestra vida?

Los millones de células trabajando continuamente en perfecta armonía. Tu cerebro y sus neuronas irremplazables por ninguna computadora. Tu corazón latiendo año tras año, sin importar si estás dormido o despierto. Tus pulmones que purifican el aire que reciben. Tus ojos que te permiten gozar de la magia de los colores, la luz, la simpatía de las personas y la majestad de la naturaleza.

Eres una persona humana, y el único ser que puede hablar, razonar y calmar al airado, animar al abatido, estimular al cobarde y decir... ¡Te quiero!

En tus oídos vibran el viento, el reír de los niños, la suave música de las orquestas, el trepidar de las aguas espumantes y las palabras amables de las personas que estimas.

Te puedes mover, no eres un árbol amarrado a una pequeña porción de tierra. Puedes pasear, correr, bailar, hacer deporte o migrar a otras tierras.

Tu sangre es un formidable tesoro. En cada célula hay moléculas y en cada molécula un átomo que oscila más de 10 millones de veces por segundo.

Ahora pregúntate: ¿Crees que no vale la pena tu vida?

Lo triste es que dedicamos mucho tiempo pensando en lo que nos hace falta y casi nunca nos detenemos a recordar y agradecer lo muchísimo bueno que nos ofrece la vida.

Por todo ello ¡No veas solo lo que te hace falta… ¡Agradece lo que ya tienes no solo con respecto a tu cuerpo.

Aplícalo también a la familia y a las amistades que forman el círculo interior de tu existencia y a las comodidades que disfrutas y hasta las oportunidades que se te han presentado y has talvez desperdiciado.

En el camino de la vida has cuentas de tus bienes, y de tus alegrías también. No pierdas tiempo haciendo cuentas de tus males.

Colecciona pensamientos alegres y optimistas, y no te olvides de alejar de tu mente esos cuervos llamados “pensamientos pesimistas” y “recuerdos tristes”.

Y sabes por qué?..
¡Porque vales M U C H Í S I M O!

¡M U C H Í S I M O! ¡M U C H Í S I M O! ¡M U C H Í S I M O!

¡M U C H Í S I M O! ¡M U C H Í S I M O! ¡M U C H Í S I M O!

¿AL PAN? ¡PAN! ¿Y AL VINO? ¡VINO!

Casi al mismo tiempo, a través de amigos me llegaron dos mensajes. El primero titulado “Te enjuicio, mundo actual” Y el segundo titulado “Alrededor del mundo.

El primero me sirvió de base para el posting anterior en mi blog titulado “El último giro de la moneda cayendo en el lado negativo de la misma”, en referencia a la base de la realidad universal negativa y frustrante que enfrentamos actualmente.

El título que le di al posting refleja, en mi mente, la necesidad de hacer un alto en el camino para fijar una postura de cara al futuro.

La necesidad de tener un punto final de referencia que a la vez se convierta en el punto inicial de una etapa subsiguiente y positiva.

La necesidad de que en vez de seguir arrastrándonos por la senda pedregosa y saturada de espinas, podamos erguirnos con la frente en alto y mirando hacia un futuro de esperanza.

No podemos seguir como viudas plañideras, ni mucho menos como las lloronas alquiladas para llorar a los difuntos en los velorios de pueblo. Debemos llamar al pan, pan, y al vino, vino.

Es decir, reconocer que la causa u origen de nuestras carencias y nuestras vicisitudes somos nosotros mismos, el hombre, el individuo, la persona, el ser humano, el homo sapiens que de sabiduría es lo que menos tiene.

En fin, nosotros, cada uno de nosotros, debiéramos reconocernos culpables por comisión, omisión o indiferencia, sin disfrazarnos ni escondernos detrás de conceptos generalizadores como esa palabrita del “Mundo” y mucho menos la actitud escapista del “yo te acuso, yo te enjuicio, yo te condeno”.

Debiéramos en cambio declarar valientemente: “acusémonos, enjuiciémonos, condenémonos”, pero hagamos un alto en el camino de la intolerancia, la complacencia, la indiferencia y el escapismo, dejando de buscar chivos expiatorios cuando a los verdaderos culpables los tenemos dentro de nosotros mismos.

El mundo material que nos rodea, la obra magnificente de un Creador que la puso a disposición nuestra, para cuidarla, gozarla, protegerla, heredarla, sigue allí, aunando a la belleza natural la belleza creada por las mentes y las manos positivas de los que dejaron con su esfuerzo un legado imperecedero, si no es que despreocupadamente lo destruyamos a como parece que estamos empecinados en hacerlo.

Pero nunca es tarde. Es hora de hacer un alto en el camino silenciando las estridencias ensordecedoras que nos mantienen en zozobra y en vilo y no nos dejan progresar en paz y en base al trabajo duro, consciente y productivo.

Porque el mundo es hermoso. La belleza natural, a como dije, está allí para gozo y placer nuestro. Y la otra cara de la moneda, el trabajo duro y honesto, por difícil que sean las circunstancias, es la necesidad inevitable para obtener el progreso, pero eso será tema de un posterior comentario, en el que trataré de mostrar lo que otros bien han compilado para hacernos reflexionar el costo del éxito.

Por el momento contemplemos en su magnificencia el mundo material del que todavía podemos obtener un disfrute sano y verdadero. Y decidamos qué tipo de individuos seremos para complementar la armonía que se despliega abundante alrededor nuestro. Disfrutemos el video titulado “Alrededor del mundo”

Recordemos que este mundo es un mundo precioso, una herencia y un legado que tenemos que cuidar para disfrute y gozo de nuestra descendencia.

EL ÚLTIMO GIRO DE LA MONEDA CAYENDO EN EL LADO NEGATIVO DE LA MISMA.

La crisis universal, que ha afectado primeramente todos los valores fundamentales que son la base de la sociedad misma, no ha tomado forma en la conciencia colectiva, sino hasta los momentos presentes en que se ha manifestado en el ámbito financiero y laboral como la expresión más cínica de la ambición y la especulación humana.

Todas las manifestaciones perversas de la disolución de la conciencia y las buenas costumbres han sido defendidas, con desfachatez y osadía dignas de mejores causas, proclamando el derecho a la auto-destrucción disfrazada de libertad de escogencia y decisión sobre el propio destino.

El libertinaje ha sido proclamado como la expresión más cumplida del progreso de los derechos. No se toma en cuenta las enseñanzas de la historia que claramente nos señala los ciclos periódicos de las decadencias generacionales, que repetidamente suceden sin que nos queramos percatar de la estupidez que demostramos al no aprender a reconocer los síntomas inequívocos de las mismas.

Al mismo tiempo proliferan las situaciones de injusticia, de opresión y de ensañamiento del poderoso sobre el débil, tanto del opresor tradicional de lo que se ha dado en llamar el capitalismo inmisericorde, como del manipulador que se autoproclama defensor de los oprimidos y de los pueblos que no han encontrado ni disfrutado del progreso por las pretendidas situaciones de abuso en todos los ámbitos de la convivencia social.

Pero eso sí, ambos, opresor tradicional y autoproclamado defensor hasta que llega a reemplazar al primero, disfrutando no solo de las mieles del poder sino de las prebendas y los lujos que como gastos de representación se apropian diz que para representar dignamente a los olvidados que los llevaron en sus hombros hasta los umbrales de las residencias palaciegas del poder, del privilegio y la riqueza.

La tragicómica realidad es que ambos utilizan la misma base y fundamento para sustentar sus ambiciones. La única diferencia es que el así llamado “capitalista inmisericorde” prefiere trabajar en la oscuridad y el silencio para llevar a cabo sus acciones.

En cambio el populista manipulador trabaja a doble tiempo, a la luz del día con sus arengas vocingleras, y en las tinieblas para planificar y llevar a cabo sus silenciosas pero no menos efectivas componendas que le permitirán acumular riquezas para los tiempos en que desgastados ya sea reemplazado por el nuevo manipulador de turno o el reconquistante expoliador capitalista.

Y todo esto a la vista y paciencia cuando no del inconsciente aplauso de la masa plebeya que alineada a la vera polvosa de los caminos sin cambio de sus sufridas vidas, ven pasar ampulosos a sus pretendidos líderes, regocijándose, masoquistamente, al imaginarse en el lugar de sus antiguos compañeros, pretendidos defensores, pero realmente opresores de la misma calaña pero diferente apariencia o postura populista y vocinglera.

Lógicamente todo esto conduce a una actitud confrontacional necesaria e imprescindible para el tragicómico sainete del escenario internacional.

Y digo trágico por razón de las consecuencias imprevisibles pero siempre dolorosas del que se encuentra u oprimido o manipulado, pero en todo caso en desventaja ante las vocingleras actuaciones de los que se han encaramado, porque no podemos decir que han limpiamente escalado, las cumbres del liderazgo social, en cualquiera de sus manifestaciones.

Y digo cómico, porque eso es lo que parecen, cómicos de la legua, a como en el buen, añejo, castizo y punzante lenguaje de nuestros antecesores.

Y digo cómico, porque la actuación es idéntica a la de esas marionetas de ferias de pueblos o de payasos de circo de tercera o cuarta categoría, como el circo de Firuliche de mis tiempos de infancia venturosa.

Desgraciadamente, eso pareciera que es lo que atrae a las masas, que se refocilan en la carcajada grosera de la satisfacción primaria de sus ignorancias, de sus aprensiones, de sus insatisfacciones y sus dolencias emocionales.

Pero a como nos decían nuestros mayores, el comienzo de la sanación y la rehabilitación, es el reconocimiento y el análisis de lo que en realidad nos aflige y nos lleva a paso lento o rápido, para el caso da lo mismo, a nuestra muerte emocional, intelectual, y si dejamos que la dolencia se convierta ya no en epidemia sino en una total y universal pandemia.

Por ello me permito, y por última vez, poner sobre el tapete la negativa y pesimista situación de nuestro mundo material y nuestra sociedad presente.

Para que, partiendo de la generalización necesaria, volquemos nuestra mente sobre la partícula fundamental de la misma, la cual somos cada uno de nosotros, los individuos que a partir de nuestra identidad o falta de la misma, influenciamos nuestro círculo interior, nuestra familia, nuestros hijos, vecinos, conciudadanos, y en elíptica vorágine a nuestras sociedades.

Meditad en el video que, originado y hecho realidad por otros, ya que tan solo he enfatizado los conceptos que considero más fundamentales, es inevitablemente el escenario donde podremos ser, o las partes concurrentes del problema, la frustración, la controversia y el descalabro entero e integral, tanto el individual como el colectivo.

Los comentarios subsiguientes serán parte del girar de la moneda en busca de los conceptos y situaciones positivas que nos harán salir, lenta y paulatinamente de tan solemne embrollo.

EN TIEMPOS DE CRISIS, PREGÚNTAME, SEÑOR

Es sumamente interesante el analizar nuestras propias vivencias, y el ritmo del reloj biológico de nuestra existencia.

Uno de mis primeros mentores, un profesor ya retirado, quien me introdujera en los campos absorbentes de las matemáticas y de las armonías que residen en las simetrías, concordancias, disonancias y demás manifestaciones de la ordenada estructura del universo, de la ciencia, y de nuestra misma vida emocional, me decía, que era necesario, y con la frecuencia que fuera requerida, que nos interrogáramos a nosotros mismos.

Con una lógica y aplastante convicción, me decía que los tiempos venideros, y estábamos hablando de los años tempranos de los cincuentas, se iban a caracterizar por la complicada, no la compleja, evolución y aparente progreso tecnológico, que silenciaría la paulatina pérdida de los valores absolutos e indispensables para una convivencia en armonía con la naturaleza y con nosotros mismos.

Sabiamente me decía: siéntate y relájate. Deja correr el pensamiento y abstráete del bullicio abrumador de las vociferaciones. y si sientes que tu interlocutor trata de arrastrarte y manipular tus emociones con palabreríos confusos, apaga el sonido, observa sus ojos, y analiza sus gestos.

Verás entonces como todo vuelve a sus cauces normales, y como la tranquilidad y el sosiego traerán de regreso la paz a tu mente, tu corazón y tu espíritu.

Ello te permitirá alcanzar la libertad interior para que nunca cedas a la presión de la manada. Para que puedas ser tú mismo. y si todavía quedan rescoldos de inquietud o si no puedes recobrar la lógica e imprescindible simetría y armonía interior dentro de tí mismo, sin vacilar, recurre a tu Creador, a tu Dios.

Para que el apacigue las olas tormentosas, y te permita, de su mano, caminar sobre las revueltas aguas, aunque la tormenta ruja y la tiniebla tan solo se vea fugazmente iluminada por los rayos que electrizan las nubes y se descargan sobre todo lo que se atreva a levantar su cabeza sobre la tierra o las aguas.

Por ello, y como preámbulo para muchos de mis comentarios venideros, nacidos de la necesidad de comunicar a nuestro entorno lo que vemos amenazadoramente venir a asaltar las murallas de nuestras convicciones y creencias, te pido que disfrutes y medites sobre el contenido del video que cierra estas reflexiones.

Pregúntale a tu Señor, cuando sientas la tentación de claudicar y refugiarte en tí mismo, o de anhelar una partida temprana para sumergirte en la nihilidad del olvido o del descanso eterno.

HAZLO MIENTRAS MEDITAS SOBRE LOS CONCEPTOS DEL MENSAJE ENVIADO A NOSOTROS POR LOS MENSAJEROS DE PAZ, DE EXHORTACIÓN Y DE ARMONÍA QUE DIOS COLOCA A LO LARGO DEL SENDERO DE LA VIDA.

! Rayos de luz, faros, muelles y puentes!

Hace ya unos cuantos años, en los ochenta, mientras recibía entrenamiento como misionero con “Juventud con una Misión”, se nos decía cómo, algunas veces, necesitamos morir a nuestras visiones así como a nosotros mismos, para poder, como semillas de trigo enterradas en la tierra de la incógnita y la desesperanza, revivir para ser parte de algo aún más grande, de lo que inicialmente, visualizábamos podíamos llegar a ser.

Asimismo, en las lecturas asignadas, se nos encomendaba meditar en cómo un pastor de un área remota y rural, que nunca tuvo la oportunidad de viajar en giras evangelísticas, como las que se estilan hoy en día, algunas veces se preguntaba sobre el por qué nunca tenía audiencias numerosas que escucharan sus sermones.

Entre los pocos que acudían a escucharlo apenas se percataba de la asistencia de un joven, que parecía prestarle atención, pero que no tenía aspecto alguno de ser un prospecto o candidato para el lucimiento o el éxito.

Sin embargo, años más tarde, este joven se convirtió en uno de los principales predicadores en el movimiento de reavivación que sacudió a los círculos religiosos de su tiempo.

En su soledad y aislamiento ¿cómo podría este pastor haber visualizado que llegaría a ser un humilde, desconocido, pero fundamental factor de estos reavivamientos, al despertar la visión en el tímido joven que escuchaba sus prédicas?

El tan solo era un rayo de luz en la penumbra espiritual del entorno rural donde el Señor lo había sembrado. Una luz, que a los ojos mundanos tan solo se desvanecía y brillaba intermitentemente.

Estas remembranzas retrotraen a mi mente y a mi espíritu las enseñanzas recibidas sobre la necesidad de averiguar quiénes somos en Dios y encontrar nuestro lugar en la expansión del Reino de Dios en esta tierra.

En esta ocasión me referiré brevemente al concepto de la determinación de cuál es este lugar y qué rol nos ha sido designado. Teniendo en mente que el Reino de Dios es el negocio de Dios, no el nuestro.

Algunas de las más significativas enseñanzas que recibí en ese tiempo se referían a las similitudes entre nuestra razón de ser con la de los muelles que sirven de lugar de embarque en la jornada sobre aguas desconocidas. Sobre cómo Dios decide las formas y las naturalezas de cada uno de ellos, y qué tipo de muelle espiritual Él quiere que nosotros seamos.

Pudiera ser que tan solo estemos destinados a ser unas cuantas planchas de madera a medio acabar o pilotes en muelles a medio construir que aparentemente no parecen llevar a ninguna parte





O a lo mejor precarios instrumentos que tienen que ser usados a pesar de ser endebles e incompletos por los que no tienen otro recurso a la mano para cruzar los abismos de la vida.




O talvez puentes rurales, o colgantes


Como humanos que somos es natural que abriguemos el deseo de imprimir el sello de nuestra presencia sobre las acciones monumentales que puedan servir como magníficas aunque silenciosas manifestaciones o testimonios de nuestra personal grandeza en lo que se refiere a nuestros sentimientos.


Los puentes y los faros son ejemplos primarios de estos naturales deseos. Puentes que han servido de medios de comunicación y tránsito desde los tiempos más remotos





Monumentos erigidos para el servicio de los hombres por medio de la audacia y la determinación de otros hombres

Pero, sin consideración alguna a la magnificencia o la humilde estructura que pudiera llegar a constituirse nuestra presencia y nuestro actuar en esta vida, nunca olvidemos que la historia del hombre, siempre ha estado plagada, y más ominosamente hoy en día, por la ofensa y el dolor, por el abuso y la falta de amor.

Ello puede clarificar la importancia real, no la relativa, de nuestra aparente luminosidad u opacidad en lo que se refiera a acciones, fundamentos y significados de los conceptos fundamentales que rigen nuestra vida y forman parte esencial de lo que en realidad somos, no de lo que queramos ser o esperen otras personas que seamos.
Y en este razonar, recordemos que además de amar y perdonar, siempre existe la tarea más difícil de restaurar, más que de retribuir o facilitar la retribución, y la de sanar, mucho más, que tan solo el justificar, el resignarse o el buscar la venganza y el desquite.

Decidamos que queremos ser los rayos de luz en este mundo de tinieblas. Y los puentes aunque ellos parezcan desaparecer en la vastedad de la incomprensión, el rechazo, el aislamiento o la desesperanza.

Comencemos el ciclo del amor y el perdón. Y que Dios pueda fortalecer nuestros corazones y nuestros espíritus para que podamos enfrentar lo que se requiera hacer para conseguir la restauración y la sanación de nuestras y las ajenas aflicciones. Meditemos en el mensaje del video.

El perdón es una expresión de amor. El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes.

Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.

El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó. La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento. Te tiene encadenado. La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.

El perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario. Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas. "La declaración del Perdón es la clave para liberarte”.

¿Con qué personas estás resentido? ¿A quién no puedes perdonar? ¿Eres infalible y por eso no puedes perdonar los errores ajenos? "Perdona para que puedas ser perdonado” “Recuerda que con la vara que mides, serás medido...” El Perdón es de almas grandes! PERDONEMOS…