Tuesday, February 24, 2009

¡LA NIÑEZ Y LA INOCENCIA! LAS DOS CARAS DE UNA MONEDA QUE GIRA…

en el vórtice de la vorágine de los acontecimientos cada vez más alucinantes de este mundo violento.
Las imágenes son más impactantes que los miles de palabras porque reflejan hechos más que pretendidas opiniones, pensamientos, sentimientos.
La niñez más que nunca en cualquier época pasada es la cuna y el inicio de las esperanzas y los sueños.

Actualmente ella es a la vez la víctima indefensa de nuestro violento y descontrolado presente. la niñez de nuestros tiempos, lamentablemente es el pronostico sombrío de un aún más inclemente y caótico futuro.

Y su inocencia es el sello fundamental de su existencia.

El adulto que abusa, el adulto que oprime, el adulto que mata, se niega a si mismo la razón fundamental de su razón de ser, porque olvida que a la vez, algún día, el fue también niño

Si la realidad es la presente?...............


La hora de aunar esfuerzos ha llegado para que ellos puedan recuperar su inocencia,su alegría y optimismo ante la vida, para poder transmitirlas a sus hijos cuando ellos lleguen lastimados pero a la vez restaurados a su edad de adultos

Para que ellos comprendan y universalmente expresen con rebosante inocencia y alegría lo que es el amor, y en el amor la ilusión y la esperanza, a sus ojos y en sus vidas?

Y nosotros veamos el amor, la ilusión, los sueños, las esperanzas, el futuro, el presente, lo que nos rodea, lo que percibimos, lo que es trivial, lo que es importante, lo que debiéramos esperar de la vida, a como lo ven ellos a tan temprana edad pero con mayor madurez que los que nos preciamos de experimentados por ser tan solo adultos


Y no al final del camino, sino que en este mismo presente... las dos caras de la moneda contrapuestas y que giran sin compás ni destino, sean alguna vez la misma, la de una niñez con futuro, alegría y confianza en la protección de sus mayores, y no víctimas a como en los momentos actuales lo son o han sido


y que esto se logre en concordancia y armonía, en rectitud y con justicia, en paz y gozo, sin recriminaciones interminables, sin condenas inútiles, sino mediante el cambio real y positivo de todos los actores que hoy en día mantienen girando en el aire la moneda de la inocencia violada por las acciones insensatas o por el aislamiento indiferente

Monday, February 23, 2009

LAS TRAGEDIAS Y CONTRADICCIONES DE ESTE MUNDO PRESENTE…

En estos últimos días el intercambio de información, de opiniones, de pensamientos, de inquietudes, entre el creciente número de amigos, conocidos, internet-nautas y demás especímenes de la especie, ha sido abrumadoramente creciente.

El alud de información y de expresiones, me ha hecho recordar el sabio consejo de mi siempre recordado abuelo, y que ahora como abuelo a mi vez transmito a todos esos hijos y nietos, propios o ajenos que se ven involucrados como actores de este drama vivencial universalmente presente.

Me llamaba la atención la ocurrencia de tantas tragicomedias en forma tan similar al caos mostrado en la película El Titanic, que casualmente viera en una pantalla gigante el día de ayer mientras disfrutaba de los placeres de un exquisito almuerzo en un club social donde pareciera que la ocurrencia diaria no existieran, y si osaran perturbar basta tan solo un apretar nervioso en un click determinante sobre el teclado de un control remoto.

Había estado analizando una presentación sobre la inocencia de los niños, que había llegado a la pantalla de mi laptop a través de uno de los tan interesantes programas como los existentes hoy en día, cuando mi hijo mayor, al regreso de la iglesia llegó a mi torre de marfil para llevarme a almorzar en familia.

Y ello me llevó a la circunstancia de que casi al finalizar el almuerzo, habiendo estado hasta el momento dando la espalda a la pantalla gigante, me viera motivado a mover mi asiento al ver la concentrada atención de mi esposa y mi nieta ante las incidencias de la película a que hice referencia.

Desde ese instante y hasta el momento presente han estado revoloteando con insistencia apremiante los conceptos siguientes:
La inocencia de los niños… las inquietudes de los adolescentes… las realidades trágicas y las contradicciones de este mundo presente… el progreso o el fracaso existencial de las generaciones presentes…

Y para rematar la cosa, al llevarme mi hijo de regalo la lujosa revista de la edición especial dedicada a los logros de la corporación en la que presta sus servicios, me encontré lado a lado pensamientos escritos que me hicieron meditar aún más profundamente en las realidades contundentes que nos presentan, aunque subliminalmente las riadas diluviales de las vivencias pasadas y presentes a través de la variedad inmensa de medios informativos omnipresentes en todos nuestros hogares y ambientes sociales en que nos desenvolvemos

a la par del artículo escrito por él. como gerente encargado de las operaciones de la misma en dos países centroamericanos, en que combinaba lo profesional con su convicción cristiana en un mensaje de aliento y reconocimiento a los colaboradores bajo su supervisión, aparecían comentarios con el título de “pensamientos que trascienden” y entre ellos el de Albert Einstein… “La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa”. En otras palabras, las indiferentes.

Es interesante que la inocencia siempre se destaque en todas las generaciones, sobre todo en lo que los niños definen qué es el amor que ellos entienden como una realidad en sus vidas.

También es contrastante esta inocencia con la realidad desgarradora de la niñez en los momentos presentes de abusos, guerras, genocidios y muerte

Debiéramos enfatizar en nosotros mismos y ante todo el que cruce nuestro sendero, que ya no es admisible el ser testigos indiferentes o no comprometidos por no tener que sufrir los abusos en carne propia, así como tampoco es suficiente el tan solo ser buenos pero individualistas samaritanos, benefactores, o filántropos ya que los retos requieren una concurrente visión y esfuerzos colectiva y complementariamente organizados

Cada vez es más evidente que estamos todos embarcados en el Titanic de la ambición y la impune violencia sin botes salvavidas, pletórico de humanas soberbias en los salones opulentos en contraposición a la miseria y abandono pero a la vez de resignación y esperanzas presentes en el hacinamiento de los camarotes de tercera y cuarta clase, navegando entre hielos bajo el contro de quienes no quieren comprender que nos podemos hundir todos juntos.

Es una realidad la situación presente, en la que es imposible que no encontremos dificultades muchas veces aparentemente insuperables

Pero siempre tendremos el recurso de acudir a nuestro padre, y si tenemos la humildad suficiente para escuchar su respuesta

Y así veremos como, aún dentro de ambientes considerados intransigentes, anidan los deseos de un mejor futuro para ellos mismos y para sus descendientes


Y los niños puedan ver el sol de una mañana esplendorosa ya no tan solo dibujado con tiza sobre un muro de arcilla


Los adolescentes soñar con ya no ver sus ilusiones tan solo revolotear como páginas rotas y arrugadas que se lleva el viento







Y todas las niñas, adolescentes y jóvenes mujeres, enfrentar la vida con confianza sabiendo que el fruto de sus vientres en promesa no estará condenado a la violencia y a la muerte. Y esto no sea tan solo una utópica, irreal, inalcanzable esperanza

Porque la promesa del Padre es clara y es responsabilidad nuestra, de la humanidad entera constituida por el mosaico de todas y cada una de las responsabilidades individuales, el coadyuvar a construir el reino de rectitud, justicia, paz y gozo, del cual hemos sido designados herederos transmisores del mismo a las generaciones presentes y futuras

Wednesday, February 18, 2009

LA VIDA ES UN CONTINUO MOVIMIENTO PENDULAR Y CÍCLICO

A lo largo de los ya arribados setenta años he tenido la oportunidad de vivir o contemplar cambios significativos en los ciclos generacionales de la sociedad moderna.

Una circunstancia recurrente que es fácil de determinar es la cíclica ocurrencia en un continuo movimiento pendular de un extremo a otro de las vivencias.

Del puritanismo al liberalismo, el exceso y a la extravagancia. De los hippies, a los yuppies, a los baby boomers, a la popularidad del aborto y del control natal, el movimiento gay y el lesbianismo, las esotéricas confusiones y la inseguridad y el consumismo absorbente en base al egoísmo y egocentrismo sin fronteras.

A Dios gracias la eclosión humana ha generado una base cada día más amplia de conceptos, que aunque aisladamente parecieran a veces improcedentes, absurdos, intolerantes o excesivamente permisivos, sirven de base y fundamento para este movimiento pendular de la búsqueda humana de significado y contenido en todas las esferas del pensamiento y de la convivencia

Porque no es necesaria la exigencia o la quimera de la originalidad en su quintaesencia de unicidad y pureza. No somos islas en el espacio vivencial ya que tenemos la capacidad de apreciar y absorber lo mejor, aunque a veces es más atrayente y fácil lo peor de lo que cada uno de nosotros puede aportar a la sociedad, ya sea individual o colectivamente.

En este analizar, diferenciar, reorganizando y consolidando los conceptos, es donde radica nuestra potencialidad de cambio y de progreso. En el poder adoptar lo mejor de cada quien integrándolo en la fábrica existencial de todos y cada uno de nosotros.

Y esto no es copiar, ni plagiar, sino adecuar y transformar las vivencias y los conceptos dispersos en una trama única y una base firme y suficiente para rectificar los rumbos desviados y las metas inconsecuentes.

No podemos ni debemos enclaustrarnos en tan solo la etapa en que individualmente nos encontremos. Debemos aprender de los demás y comprender que este movimiento pendular y cíclico que nos afectó personalmente habrá también de afectar a los que caminan detrás de nosotros.

Así como nosotros fuimos niños, adolescentes, adultos, padres, madres, llegando a ser abuelos, los que van caminando por las sendas que ya nosotros recorrimos podrán aprender de los errores que a la vez cometimos, potenciar los éxitos y acertadas decisiones que talvez tuvimos y prepararse a su vez para ser los pilares de la experiencia y el discernimiento, que ojalá nosotros podamos ser para ellos en los momentos presentes.

Por ello es indispensable no encajonarse en la percepción individual y propia aislándonos en la etapa otoñal presente.


Apreciemos lo que al día de hoy tenemos y las circunstancias en las que nos vemos ubicados, sin aceptar como la mejor alternativa una utópica e idílica placidez otoñal que no es más que la más subliminal claudicación, resignación y derrota de nuestras potencialidades.

Porque la vida hasta el último instante siempre será un confrontar del navío de nuestras ilusiones con las olas tormentosas de las realidades de la vida

los anhelos y las inquietudes

contra la roca de las playas de las realidades,

las frustraciones y las paulatinamente disminuidas euforias y potencialidades propias

Analicemos las inquietudes de los más jóvenes pero ya lastimados o enseñados por las peripecias de la vida


Decidamos en qué lugar,tiempo, actitud y circunstancia queremos ubicarnos por el resto de nuestras vidas


Para que al final de la misma no nos veamos desoladoramente condenados a la triste condición de merecidos candidatos a la última plaza del infierno de las claudicaciones y las inercias egoístas.


Friday, February 13, 2009

¡SE PUEDE!

¡Sí, se puede! ¡No solo soñar, sino también hacer realidad los sueños!

Hace unos cuantos días recibí uno de los mensajes más hermosos que llegó a lo más profundo de mi espíritu, dentro del torbellino de pensamientos que desde mi último retiro del servicio ministerial se ha apoderado de mí como esos tornados que recorren las planicies de Oklahoma y los estados circunvecinos

Y ha sido especialmente oportuno debido a las experiencias de los últimos 6 años en los que mi esposa y yo nos viéramos inmersos en la dolorosa situación de abuso y abandono de muchos niños y adolescentes.

Pero sobre todo de niñas que carecieron de la protección de sus madres biológicas, por la destrucción de todos los valores familiares y su enfermiza codependencia de varones abusivos y violentos que eran la negación misma del hombre protector, responsable y pilar de la familia y de la sociedad misma.

Es innegable y visible la trágica situación de la mujer en las generaciones presentes. La degradación individual y colectiva, originada en la inseguridad y perversión total que han propiciado la relatividad absorbente de las racionalizaciones y justificación de las cada vez más rampantes aberraciones de la conducta individual y social presente, ha sido más patente en la degradación de la mujer, que ahora se ve victimizada desde los más tempranos años de su violada inocencia.

Es indudable que el caos social afecta tanto a los varones como a las mujeres sin importar el estrato social, cultural o económico y que se debe enfrentar adecuadamente la problemática de cada uno de los géneros, el masculino y el femenino.

Pero este enfrentamiento a la disolución moral debe tener bien precisos sus enfoques, sus metas y las capacidades existentes de solución a la vez que la apertura potencial de las víctimas de tan gravísimos problemas.

Esto debe ser bien enfocado en los varones enfatizando la responsabilidad, la real hombría y la obligación de ser en lugar de abusadores carentes de toda moralidad y nobleza, los protectores naturales y los amantes compañeros de las mujeres que cada quien tiene destinado para transitar con gallardía los vericuetos cada vez complicados de las vivencias de las sociedades modernas.

Esta debiera ser la razón de ser intrínseca y natural del hombre, por el hecho simple de haber sido dotado no solo de las características físicas masculinas sino que también de la energía y del coraje para enfrentar la vida y preservar la paz y la armonía a la vez que asegurar el progreso del núcleo social del cual es la base, el pivote y el sustento.

En relación a la mujer, el enfoque tiene que ser inevitable y consecuentemente el énfasis en la auto-estima y en el convencimiento que así como Dios en su eterna sabiduría las hizo depositarias del propósito de generación de la vida, así también les ha otorgado la nobleza y fortaleza para defender como leonas a los frutos de sus vientres así como a ellas mismas.

Porque la misión trascendental de la transmisión, preservación y fomento de la vida generacional positiva y transcendente no puede ser abdicada o relegada a tan solo una u otra de los extremos de ecuación humana que tiene su enlace en el lazo unidor y reproductivo de los hijos. La responsabilidad es mutua, aunque la mujer sea la depositaria de la esperanza y la fortaleza, mientras el hombre lo es del empuje, la realización, la provisión y la protección de la especie.

Por ello es que me impresionó de manera tan profunda la secuencia del mensaje en dos partes que, como dije al comienzo, recibiera no hace mucho tiempo.

La secuencia inicial refiriéndose al corazón de madre que vela por el hijo engendrado en su vientre. Y la secuencia final el análisis real y sin tapujos de la responsabilidad conjunta y mutua de los padres en la conflictiva, distorsionada, y confusa situación generacional moderna.

Dándole el reconocimiento debido a quien originara el mensaje y a los que generosamente compartieron el mensaje, no pude más que ceder al impulso de transformar la presentación en dos videos secuenciales para que al ser emplazados en el omnipresente ambiente de la internet moderna, puedan, al acaso, fortuitamente, tocar el corazón de talvez alguien que se debata en la búsqueda de la razón de ser de su existencia.

Gocen el contenido y al analizar los conceptos vertidos mediten en la transcendencia de las reflexiones presentes en el video correspondiente a la primera parte del mensaje. Y a la vez servid de enlaces transmisores de la belleza y la profundidad de los sentimientos y las realidades plasmadas para beneficio de todo el que necesite exhortación y ejemplo. Este primer video se refiere al corazón de una madre, pero el razonamiento aplica lo mismo al padre cuando de verdad se tiene un hogar bien constituido
EL HIJO PREFERIDO

Wednesday, February 11, 2009

EN TIEMPOS DE CRISIS… CONFIANZA, SUMISIÓN Y BENDICIONES

Es interesante el observar los eventos cíclicos de la historia. El desplegar de las alas de la imaginación, la inventiva y el progreso, dentro de y de acuerdo con los parámetros generacionales en los que ellos se desarrollan.

Pero el hombre, sobre todo cuando se asienta en su egocentrismo y soberbia intelectual, material y física, siempre pierde la partida, al equivocar el camino, y termina repitiendo los errores del pasado.

Es tan cierta y lógica la aseveración de ser el hombre el único que siempre tropieza con la misma piedra. Y de esto no se salvan ni siquiera los cristianos que aparentemente han encontrado la Verdad, El Camino y La Vida en Jesucristo.

Hombres somos y en el camino andamos, podríamos decir parodiando lo de la canción que reconoce que “arrieros somos y en el camino andamos”. Porque eso es lo que terminamos haciendo, arreando el ganado de nuestras inconsecuencias y de nuestras equivocaciones y de nuestras racionalizaciones.

Y de esto no se escapan ni siquiera los ministerios que supuestamente son la expresión más pura del cambio personal, y del cumplimiento del mandato de amar a los demás, sobre todo a los abandonados, abusados y desvalidos, como a nosotros mismos.

En el deslizamiento paulatino de las buenas intenciones sobre la resbaladizas laderas de la autosuficiencia humana olvidamos que las obras y las acciones emprendidas en nombre de ese Dios al que proclamamos a pecho henchido, y orgullosos, que servimos como enviados y distribuidores de su misericordia, cuando se termina utilizando las tácticas y las maniobras del mundo sin Dios y sin escrúpulos, como si las obras de Dios fueran empresas del hombre, terminamos por fracasar estrepitosamente.

Debiéramos tener siempre en mente las advertencias sobre la verdadera motivación y las acciones que emprendemos sobre todo si afirmamos que lo hacemos en el servicio de Dios y para la expansión de Su Reino sobre esta tierra tan necesitada de su misericordia.
Debiéramos recordar aquello de los diez denarios y del reporte y del pago que habremos de recibir al finalizar el día.
Debiéramos recordar aquello de que se le exigirá más al que más le ha sido concedido.
Aquello de cómo actúan los buenos pastores en relación a las ovejas perdidas.
Aquello de que más que las obras es más importante la fidelidad a la visión convertida en misión y compromiso.

Y sobre todo la convicción de que la manera de actuar del Señor en nuestras vidas y en las vidas que han sido encomendadas a nuestra protección y cuido, no es la manera de actuar del mundo.

Por ello es tan necesaria la humildad y la renuncia a nuestros propios razonamientos humanísticos cuando emprendemos el camino de los servidores de Cristo.
Porque el liderazgo espiritual no puede desarrollarse si no es dentro de los parámetros de la humildad, la sumisión a los designios superiores de Dios, y a la búsqueda incesante de la sabiduría y del discernimiento, y la convicción plena de que el privilegio de ser los instrumentos de su misericordia implica la renuncia consciente a la tentación de imponer nuestros propios criterios aunque sea en nombre de una interpretación particular de lo que entendemos debe ser nuestro actuar y modo de pensar individual o colectivo tan solo porque nos consideremos cristianos, servidores de Cristo y portavoces de su amor y de su misericordia.

Por lo tanto, y mientras dilucidamos cual es nuestra verdadera visión, misión y compromiso, oremos y bendigamos a todos aquellos que temporal o permanentemente han hecho presencia en nuestro deambular por los senderos de la vida, llenos de necesidad, y plenos de carencias afectivas.

Por ellos, el día de hoy, de todo corazón, quiero orar al Señor por aquellos que en mi senda personal fueron las bendiciones que Dios plantó a la vera del camino y regó por medio de su presencia en en mi presencia, la aridez de sus doloridas y tempranas vivencias.

A ellos quiero decirles que no importan los cambios y las condiciones a que se vean sujetos para sobrevivir y avanzar por el camino de la vida, y que siempre vean en cada paso, en cada circunstancia, en cada prueba, en cada momento feliz, en cada tristeza, la mano de Dios, y su abundante y derramado amor que los mantiene seguros en su regazo.
De ello no nos escapamos ningúno. aún a los más de setenta años continuamos sufriendo injusticias y penas, ya no en carne propia pero sí en las de los nuestros y en la de aquellos que adoptamos como propios. Pero seguimos confiando en el poder y la misericordia divina

En nombre del Señor les transmito los deseos que a través de la oración estoy plenamente seguro que se convertirán en bendiciones y en la fortaleza que necesitarán para enfrentar las adversidades de la vida.

Monday, February 9, 2009

EXUBERANCIA JUVENIL versus SUPERFICIALIDAD Y ARTIFICIO

Es interesante observar en los jóvenes de hoy su tendencia colectiva a perderse en el anonimato de las masas para luego en reacción a la necesidad individual de sentirse alguien y no tan solo un número invisible en la composición de esas mismas masas, tratar de distinguirse de los demás mediante una exuberancia que fácilmente se transforma en superficialidad y artificio.

En su búsqueda existencial usualmente exageran las actitudes que a su parecer o por la aceptación de grupo consideran que son las manifestaciones de ya sea una exuberancia y espontaneidad o de individualidad o rebeldía ante la vida y sobre todo ante todo lo que huela a disciplina y reflexión impuesta por los adultos a los que consideran inadaptados, obsoletos o por lo menos fuera de onda o prehistóricos

Y en esta búsqueda adoptan ya sea la displicencia y la alienación emotiva, o la exuberancia irracional que más que exuberancia no es más que superficialidad y artificio.

Sin embargo es reconfortante que en medio de tan aparente desconexión con la realidad de la vida siempre surgen los anhelos por una vivencia genuina. Aunque está búsqueda en la adolescencia se vea disfrazada de rebeldía, actitudes hurañas, de rechazo o displicencia

De alguna forma ellos encontrarán el camino, porque la vida no se estanca, siempre se encuentra en evolución y en camino,
y el niño de hoy en un abrir y cerrar de ojos se convertirá en adolescente, joven adulto, adulto joven, adulto de la segunda edad
y en otro abrir y cerrar de ojos se verán que han reemplazado aun sin querer a los que nos tildan ya sea benignamente como de tercera edad o displicentemente como vejestorios.
Ley natural. Ley de vida.

Inevitablemente el día llegará y ojalá mucho más temprano que tarde en que las adolescencias confusas, exuberantes, emotivas, displicentes, hurañas, rebeldes, superficiales y artificiosas se conviertan en un himno de alegría que celebre la vida

Thursday, February 5, 2009

CRISTALINOS Y DÓCILES

Es innegable que en los tiempos actuales existe una casi insondable crisis o carencia de valores morales absolutos que permitan establecer los parámetros verdaderos para el análisis y sobre todo el establecimiento de las rutas o senderos vivenciales que permitan avanzar con paso seguro a través de cualquier vicisitud o circunstancia adversa de nuestras vidas.

Por eso, para mí, y en mis momentos más íntimos de reflexión, son tan especiales los conceptos expresados por mi hijo Victor en la alabanza que con el título de “Cristalino y Dócil” compusiera hace ya bastantes años en su época de adolescente creciendo, físicamente en Guatemala, y espiritualmente en el Grupo de “Jóvenes por Jesús” del cual fuimos líderes hace ya varias décadas en los tempranos años de los ochentas








Fueron años difíciles, pero siempre mirando hacia delante. Fueron años especiales para la vivencia familiar.

Fueron años consolidantes de nuestros principios y valores, con contextos conceptuales similares pero a la vez diferentes para cada uno de nosotros como personas individuales incrustadas en un núcleo familiar que se veía sujeta a circunstancias difíciles de comprender para cualquiera que tan solo viera transcurrir la existencia dentro de parámetros y circunstancias rutinarias.

Cristalino para mi hijo significó ser talvez esencialmente claro en su enfoque y comprensión de los avatares de la vida.

Dócil para mi hijo significó el aceptar sin innecesarias e inconsecuentes rebeldías los consejos bien intencionados de padres y madres, no tan solo los biológicos sino también de los de los amigos, analizándolos con la creciente curiosidad de su adolescencia que en tal forma no tenía más consecuencia lógica que la madurez de una vida adulta centrada en el hogar, en el esfuerzo por el desarrollo individual y profesional, y el afincamiento emocional y espiritual en un sometimiento a los designios y planes de un Dios que siempre protegió en su amor inmensurable a todos y cada uno en la familia.

Mi deseo al compartir los momentos especiales de este crecimiento espiritual de mi hijo, reflejado en los conceptos expresados en la alabanza nacida de su corazón, sus emociones y su espíritu, es animar a todos aquellos adolescentes que talvez inmersos en circunstancias diferentes pero similares por la adversidad que abruma el espíritu ávido de forjarse un futuro, es decirles….

¡Sí se puede! ¡Sí se puede ser fiel a uno mismo! ¡Sí se puede enfrentar la vida siendo cristalinos y dóciles ante la presencia de un Dios, que sí comprende, que sí ama, que sí protege, que sí guía y fortalece! ¡Sí se puede avanzar sin claudicar ni comprometer nuestra integridad personal por ninguna presión grupal ni conveniencia material o deseo de sobresalir a toda costa en el conglomerado social en que nos veamos inmersos!