Wednesday, May 13, 2009

SE ME HA DICHO QUE...

Los blogs, al ser orientados a la actual generación tecnológica, deben ser, no solamente breves, concisos, tan breves como sea posible, para poder captar la atención del lector, tan demandada por las innumerables ofertas informativas.

Pero al mismo tiempo deben mostrar, con tan solo una mirada pasajera, el contexto total del mensaje que se presenta a la consideración del apresurado navegante cibernético.

Esto incluye, por supuesto, los demás programas cibernéticos tan populares, tales como Facebook, Twitters, Chats, Foros, etc.

Además, se me ha dicho que, para poder atraer la atención de estos navegantes cibernéticos, no debería enfatizar las ideas por medio de extensos escritos, a como nuestra generación estaba acostumbrada.

La aparente razón para estas recomendaciones, se me ha dicho, es la omnipresente y breve capacidad de retención del interés sobre tópicos extensos o extensivos.

Porque esta es una de las características de las presentes generaciones, debido a la casi inconcebible explosión de la información en todos sus aspectos, y sobre todos los imaginables asuntos.

Consecuentemente, en su entendimiento y de acuerdo con sus recomendaciones, debería usar, tanto como fuere posible, imágenes, fotografías, videos y textos con efectos especiales.

Lo que he decidido hacer es armonizar y mezclar ambas tendencias, la de estas generaciones caracterizadas por la riqueza y rapidez en sus presentaciones y efectos gráficos y pictóricos, con las maneras de ser de nuestras generaciones, que se concentraban en los conceptos y los discursos extensos y extensivos.

Trataré de adaptarlas dentro de una continua secuencia de mensajes que puedan atraer, al menos a una persona inmersa en la interior soledad de su espíritu.

Mi motivación y propósito no es el de embarcarme en una competencia o concurso de belleza o de popularidad. Mis mensajes están dirigidos a aquellos que, guiados por Dios, puedan abrir sus corazones.

Porque es evidente también que el pensamiento de los que ya van de salida, plenos de experiencia, están continuamente dirigiendo a los que están inmersos en el enfrentamiento a los retos de la vida, así como a los que corren detrás, ansiosos de acumulativas emociones y disfrutes de los avances y artilugios tecnológicos presentes.

Si por azar, o por designio superior a nuestras humanas falencias, os interesáis en estas digresiones, continuad leyendo hacia atrás, los diferentes mensajes incluidos en este blog, como parte de la intencionada serie de meditaciones sobre diferentes aspectos, que he preparado para este mes de Mayo del año del Señor, 2009.

EL DILUVIO TECNOLÓGICO PRESENTE…

Tan solo hace unas cuantas décadas, allá en el año 1969, cuando estudiaba logística, utilizábamos un monstruoso sistema de computación, que había tenido que ser instalado en un enorme edificio con aire acondicionado, debido a los miles de bulbos que hacían posible su funcionamiento.

Adicionalmente, era una ardua y compleja tarea para nuestras mentes incipientemente introducidas al potencial de los pequeños agujeros, significando el uno y el cero, el vacío y el lleno, que eran las bases de la preparación y utilización de las tarjetas perforadas que se introducían en tan monstruoso instrumento para acelerar la computación de los datos.

Adicionalmente nuestras quijadas se anquilosaban y nuestras mentes se estremecían ante la complejidad del aprendizaje del misterioso COBOL (Lenguaje Común Orientado a los Negocios o Common Business Oriented Language, en inglés), así como del resto de los artilugios de las etapas tempranas de la parafernalia computarizada.

En esos tiempos ya soñábamos con la aparición de las computadoras de tercera generación que usarían transistores en lugar de los bulbos utilizados hasta entonces.


No cruzaba por nuestra imaginación que fuera posible lo que ahora, en una ocurrencia diaria, se ha constituido en un verdadero diluvio tecnológico de creciente e interminable sofisticación orientada al consumismo exigente y la comercialización desenfrenada.

Sin embargo, ya por ese tiempo se discutía, en mi entrenamiento sobre administración financiera, el principio de la obsolescencia planificada, donde, al mismo tiempo que se visualizaba, planificaba, desarrollaba un avance tecnológico, administrativo, o de cualquier índole o tipo que fuera, al mismo tiempo se hacía lo mismo en relación a lo que lo reemplazaría inevitablemente.

Y aún más, muchas veces se planificaba algo teniendo en cuenta que el objetivo primario no era ese algo sino lo que vendría después, al ser este desarrollo posterior el objetivo real de la investigación y del esfuerzo por mantener, lo que en términos financieros, se denominaba los mercados cautivos.

Esto es lo que vemos actualmente, llevado hasta los niveles más sofisticados. Basándose en rutinas sistemáticas, que en esencia no cambian sino que se adaptan en formas externamente diversas.



Los cambios innumerables, mínimos, y a veces hasta ridículos pero visual, comercial y emocionalmente atractivos, hacen que cada producto lanzado al mercado ya sea realmente obsoleto, al estar ya no solamente visualizados sino que hasta desarrollados los que habrán de sacarlos del mercado.

Por ello no me sorprende en absoluto lo que hoy en día es objeto de tantas peroratas y quejas sobre el irracional consumismo que se ha apoderado de las masas, sobre todo de los jóvenes, que se sienten realizados tan solo al adquirir lo que hay de más nuevo, y si es posible, más caro, en el mercado.

Lo que vemos hoy en día es la aplicación, a través de las técnicas de producción moderna, del desarrollo del ya determinado “principio de la obsolescencia”, llevado a sus etapas más ultimadamente sofisticadas y diversas.

Y en esta forma los productos así generados y lanzados al mercado, y en forma similar las denuncias y las quejas, saturan las ondas radiales, las pantallas televisivas, y las presentaciones cibernéticas, tal como en la última presentación del Foro Mundial Social llevado a cabo en Belem, Brasil, a fines de Enero y principios de Febrero de este año 2009.



Microscópicos chips, pequeñas cosas, adiciones mínimas periféricas, se visualizan, casi, por decirlo lo más gráficamente, a cada instante, para mantener el ritmo agobiante y creciente de la oferta del mercado y la obsesiva adquisición por parte de los adictos consumidores.

Pero una cosa permanece sin cambio, a como se nos decía en aquellos tempranos días del desarrollo final de las computadoras.

La planificación lógica y en secuencia, ya que es la base fundamental del cambio y la evolución social y tecnológica. O como en el castizo refrán: ¡Vístanme despacio, porque estoy de prisa!

Nuestros instructores enfatizaban la necesidad de que recordáramos que existe un axioma ineludible: si ingresas basura en el sistema, basura es lo que tendrás como resultado, no importa cuán exquisitamente lo disfraces.

El resultado lógico ha sido que la persona común y corriente de las presentes generaciones se han vuelto extremadamente hábiles en el uso de lo que, los menos en número, inventores y programadores, han desarrollado para el consumo de lo que ha venido en convertirse en un mundo adictamente adquisitivo.

Yo mismo soy un comprador y consumidor de artilugios, como el resto de mis compañeros de viaje en esta vida, a como jocosamente afirma mi esposa.

Pero todavía mantengo en mi ámbito interior la certidumbre de que todo lo que se repite más de tres veces requiere de un enfoque, planificación y desarrollo, sistemáticos.



SEGUID LEYENDO LA ENTRADA EN EL BLOG ANTERIOR A ESTA. ESTA ES TAN SOLO EL PRIMER MENSAJE DE LA SERIE.

LOS MAYORES Y LOS MÁS JÓVENES PUEDEN APRENDER Y BENEFICIARSE MUTUAMENTE DE LAS EXPERIENCIAS, HABILIDADES Y EXPECTATIVAS MUTUAS…

Un aspecto interesante de la vida es la aparente contraposición generacional en cuanto a la percepción de las significativas y naturales tendencias colectivas, la apreciación de las circunstancias y los gustos culturales.

Nosotros, los mayores, nos sumergimos en los melódicamente atractivos sonidos de los blues, la música country, y las tempranas canciones populares de nuestros tiempos ya idos.

Asimismo, encontramos repetitivos, casi maníacamente ruidosos y físicamente exhaustivos, las populares tendencias y a nuestro juicio sin sentido lógico alguno, de las expresiones musicales y coreográficas de hoy en día.

Como contraposición lógica, nuestros jóvenes nos consideran prehistóricos, aburridos, rígidos e intolerantes dinosaurios. Ellos no parecen asimilar la idea de que también fuimos jóvenes como ellos, pero en circunstancias y tiempos más lentos y serenos.

Nosotros tuvimos el boogie boogie. Ellos tienen los ritmos aeróbicos y el rap. A nosotros nos hacía delirar el zapateo del tap y nos contorsionábamos. Ellos saltan y se arrastran. Ellos, cíclicamente y aún casi sin darse cuenta, reviven las melodías de nuestro tiempo y las adaptan a su gusto moderno y estridente.

Nosotros también gritábamos como locos, cuando emocionados al límite, llenábamos las salas de conciertos. Ellos también hacen lo mismo. Tan solo nos separan las circunstancias y el tiempo.

Nosotros apreciábamos o nos dábamos cuenta con mayor facilidad, si se quiere así expresarlo, el análisis y la técnica. Ellos tan solo se gozan en los efectos especiales que personas como nosotros, pero más rápidas y eficientes para adaptar los cambios tecnológicos, les ofrecen en forma tan llamativa.

Pero podemos aprender los unos de los otros. Podemos complementar nuestra experiencia con su renovada, aunque algunas veces, estrafalaria y confusa para nosotros, comprensión de las circunstancias presentes y futuras.

La convivencia generacional puede ser como una pulsante bisagra. Tanto el pasado como el futuro enlazados a través del presente.

El pasado compuesto por nosotros, los abuelos y nuestros hijos ya adultos. Al mismo tiempo, ambas generaciones somos un innegable e inevitable depósito de la experiencia disponible para provecho del presente.

Nuestros hijos adultos y sus hijos, al mismo tiempo, son parte, junto con nosotros los abuelos, del presente y del futuro.

Todos tenemos presentes y futuras expectativas válidas. Nosotros, aún en nuestras últimas vivencias, la expectativa de un mejor futuro, antes de que abandonemos este mundo, si es posible.

Nuestros hijos adultos, lo mismo, aún cuando estén activamente inmersos en la construcción del presente y del futuro inmediato como herencia de sus hijos.

Nosotros, en cierta forma, ya a la vera del camino, en el fondo de nuestros corazones anhelamos el respeto, el reconocimiento, como las cabezas ya canosas, pero cabezas lo mismo y al fin y al cabo, de nuestros núcleos familiares directos y extendidos.

Participando con lo que sentimos que es el precioso e inapreciable depósito de nuestros recuerdos vivenciales, nuestras experiencias y nuestra comprensión de la vida, por haber sobrevivido ya a tantas cosas y tantas circunstancias.

Al complementarnos en el ámbito del presente podemos hacer que la bisagra se cierre o se abra, dependiendo de su flexible funcionamiento, si es que no ha sido corroída y convertida en inútil instrumento por la intolerancia, los malentendidos, la indiferencia y la desconfianza.

Mis hijos me han enseñado y guiado a través de los intrigantes pasos de los modernos programas de comunicación cibernética.

Han tenido la paciencia suficiente para mostrarme, paso a paso, como hacerlo, ya que he sido estructurado en dicha forma por los pasos progresivos de los procedimientos de aprendizaje de nuestra vida.

Como contrapartida lógica y deseable, al menos en mi modo de pensar, puedo transmitirles mis perspectivas y percepciones a través del uso de estos avances tecnológicos. Todos, en conjunto, podemos beneficiarnos de estos intercambios y conjunción de habilidades y experiencias.

En esta forma he finalmente encontrado y comprendido el verdadero significado del otoño en nuestras vidas. Podemos convertirnos en los faros de luz de la experiencia.

También podemos convertirnos en los centinelas sobre las murallas de las circunstancias para observar y mantener seguras las puertas de la ciudad vivencial y el sueño de sus habitantes, nuestros hijos y sus descendientes.

Porque a medida que vamos descendiendo hacia el muelle de nuestra partida final, podemos ser, parafraseando Las Escrituras, como el profeta Habacuc en el capítulo segundo versículos uno al tercero.

2:1. “nos estacionaremos en nuestros puestos de observación y permaneceremos sobre las murallas; nos mantendremos atentos a lo que El (y la vida) nos diga y a lo que nos responderán en cuanto a nuestras preocupaciones”..

2:2. “entonces El Señor (y la vida) nos contestó y nos dijo: escriban la visión, claramente y por escrito, para que los corredores (nuestros hijos y las generaciones subsiguientes) puedan leerla”.
2:3. “porque todavía existe una vision para el tiempo apropiado; habla del objetivo y no miente. Si parece demorarse, esperen; tengan por seguro que vendrá; no se retrasará”.



Aquí es donde está descrita la visión.
Aquí es donde está determinada la misión para nuestros tiempos postreros.


SEGUID LEYENDO HACIA ATRÁS, YENDO A LA ENTRADA EN EL BLOG ANTERIOR A ESTA, SI DESEÁIS VER COMO SE DESENVUELVE LA SERIE DE DIGRESIONES Y COMENTARIOS.

PODRÍAMOS CONTINUAR DANZANDO, SIN PREOCUPARNOS, HASTA QUE EL DESCANSO FINAL LLEGUE A NUESTRAS VIDAS…

En este momento específico del desarrollo de mis digresiones sobre la vida, las diferentes fases de nuestro transcurrir por la misma se hicieron claras y concisas.

Eclesiástico capítulo tres y algunas partes de sus versículos del uno al ocho resplandecieron con claridad absoluta en mi espíritu

3:1. “para todo hay una temporada y un tiempo para cada cosa bajo el cielo”.

3:2. “un tiempo para nacer y un tiempo para morir”.
(manteniéndonos actives y actuando transcendentemente hasta el momento de la plartida final)… “un tiempo para plantar y un tiempo para cosechar”… (para el beneficio provechoso de los que todavía tienen que vivir y aprender)…

3:3. “un tiempo para sanar… un tiempo para construir...

3:4. “un tiempo para danzar… 3:5. Un tiempo para abrazar… 3:8. “un tiempo para amar…”

Pero también… como en 3:3. “un tiempo para desmantelar…
(Para denunciar lo que es erróneo aunque sea aceptado, tolerado, o enfatizado como cierto por el mundo) y un tiempo para construir… (Escribir la visión y expresarla claramente para ser vista, apropiada y puesta en acción)


LA VIDA ES UNA VÍA DE FERROCARRIL HASTA EL CIELO…

La vida es como un ferrocarril de montaña con un ingeniero valeroso. Debemos hacer que el recorrido sea exitoso desde la cuna hasta la tumba.

Tengan cuidado con las curvas que llenan los túneles. Nunca vacilen. Nunca incumplan. Mantengan la mano sobre el control y la vista sobre la vía.

Bendito Señor, Tú nos guiarás hasta que arribemos a esa feliz ribera donde los ángeles esperan para unirse con nosotros en tu alabanza eterna.

Bendito Señor, Tú nos guiarás hasta que arribemos a esa feliz ribera donde los ángeles esperan para unirse con nosotros en tu alabanza eterna.

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Tuesday, May 12, 2009

¿POR QUÉ HEMOS OLVIDADOS QUE SOMOS HIJOS DE DIOS?


¿POR QUE HEMOS OLVIDADO QUE FUIMOS PREDESTINADOS A SER
HERMANAS Y HERMANOS


PREDESTINADOS AL AMOR,


A COMPARTIR


Y PROTEGER?



En uno de mis recientes comentarios me refería a la necesidad de tener la más complete y firme convicción en relación a nuestra valía individual por razón de haber sido creados a la imagen y semejanza de Dios, nuestro Creador.

Si estuviéramos realmente conscientes de ello… Si pudiéramos percibir en otros esa imagen y semejanza… si pudiéramos comprender y aceptar que, a pesar de las aparentes o reales diferencias en color, raza, nacionalidad, estatus social y estilos de vida, somos similares y semejantes, cuán diferente sería nuestra actitud ante la vida.

Entonces, podríamos nuevamente convertirnos en los renovados y transformados niños del Señor de los que nos habla El en Su Palabra, al decirnos que si no nos hacemos como ellos no podremos entrar en El Reino de Dios, Su Reino.

No necesitamos esperar hasta después de la muerte para considerarnos candidatos a la inmigración legal en Su Reino, con todas las visas espirituales concedidas y selladas, presentadas y estampadas por los inspectores de aduana celestiales, a como se estila en este tan dividido y discriminante mundo de nosotros.

Podemos convertirnos en ciudadanos de este Reino mientras todavía vagamos por las sendas de este mundo tan saturado de dolor, de injusticias, de crisis y problemas de todo tipo.

Esto trae a mi memoria aquellas afirmaciones de cómo el Reino es conquistado por la violencia. Pero no la violencia a como la entendemos los humanos y estamos tan acostumbrados a infligirla o sufrirla, hasta el punto que pareciera que nos refocilamos en ella cuando es soportada por ajenos.

Esta violencia a la que me refiero, en mi limitado entendimiento y discernimiento, es la necesaria sacudida de nuestra inercia, nuestro ciego egoísmo, pasividad, complicidad, o aún peor, nuestra implícita aceptación del abuso como el inevitable requisito para la obtención de lo que visualizamos como nuestro progreso, confort o conveniencia.

SOY UN HOMBRE. Estoy supuesto a proteger, proveer, dar y recibir amor, dar y compartir seguridad y confianza.

Yo entiendo esto como una natural responsabilidad cuando se refiere a los nuestros por herencia y sangre. Pero no lo considero esencial en relación con las demás personas.

ESTE HA SIDO EL RAZONAMIENTO EGOÍSTA DE LA GRAN MAYORÍA DE LOS HOMBRES CARNALES A TRAVÉS DE TODAS LAS GENERACIONES PASADAS Y PRESENTES.

PERO, a la primera confrontación con las pruebas y las adversidades, como Adán nuestro padre primigenio, renunciamos a nuestra responsabilidad y escogemos a nuestras mujeres como los chivos expiatorios justificadores de nuestras cobardes claudicaciones.

Consecuentemente, arrastrados por la envidia y el rencor y el resentimiento para con nosotros mismos, como modernos Caínes, martirizamos al hermano o hermana que encuentra aceptación, benevolencia y gracia en Dios, por tener un corazón limpio y presentarle una total y abundante ofrende de su propio ser, hechos y acciones.

Y así, en esta forma, después de oprimir y abusar hasta de aquellos a los que consideramos como nuestros, terminamos por no considerar a los demás como los naturales recipientes de la fundamental y primaria responsabilidad de nuestra existencia.

Reflexionemos, meditemos y recapacitemos, de manera que podamos darnos cuenta y estar ciertos del hecho de que todo el amor y la ternura se arremolina alrededor de los niños.
Como las madres que susurran melodías y los cargan en sus brazos o sobre sus espaldas, tibiamente arropados en los típicos y protectores perrajes del amor ofrecido y compartido.



O como los ancianos, que, gradualmente, y esperanzadoramente con elegancia y gracia, a medida que se acerca el crepúsculo de sus vidas



Se vuelven como niños necesitados de amor, protección y apoyo



A medida que van recuperando la inocencia perdida,


matizada por las negativas experiencias de la vida, para así, nuevamente, aspirar a esperar como los niños el reflorecimiento de la vida.

Necesitamos que nuestra externa fortaleza aún con base en la experiencia, se transforme en la aparente debilidad y anticipación de la vida, que tan solo los niños poseen como el más preciado regalo en sus vidas que comienzan.

Solamente así podremos experimentar la verdadera naturaleza del amor. El amor que Dios había reservado para todos, en las personas de nuestros padres primigenios Adán y Eva.

En mi memoria hay dos imágenes indeleblemente impresas. Imágenes, que en mi corazón, mente y espíritu, encarnan la esencia del amor y la imagen de Dios.

Una es la de una joven indígena, caminando a lo largo de una solitaria carretera en el altiplano guatemalteco, con el pecho expuesto al aire frío, alimentando a su hijo,protegido del viento en su perraje, con la leche de la vida y la energía interna, sin reparar en, ni preocuparse por, cualquiera equivocada comprensión o curiosidad de los transeuntes o viajeros.

La otra es, también de otra joven indígena maya sentada en la cuneta de una acera de un bullicioso mercado, pero con una arrugada cara y cuerpo demacrado, al extremo de parecer un estropajo viviente, marcado por la rudeza de la vida, las vicisitudes y las pruebas.

Sostenía protectivamente en su regazo a un niño, que había llevado a su espalda y envuelto en su perraje. Este no solamente parecía minúsvalido sino más bien aún más viejo y arrugado que ella misma.

La joven mujer había comprado una bebida gaseosa, que le habían entregado en una bolsita plástica, y un pedazo de pan.

Con concentración absoluta mojaba el pan y lo masticaba hasta convertirlo en una pasta que al besar al niño le pasaba en forma tal que pudiera suavemente tragarla.

Por todo esto, y solamente en esta forma, podemos comprender en su contexto más completo la parábola humana del niños y la pareja de ancianos que veréis en los videos incluidos en esta entrada en el blog.

Ambos, mujeres y ancianos, incluyendo también a los niños, en cada caso son los extremos de la ecuación del amor, de la imagen y semejanza con Dios de cada ser humano, impresas indeleblemente, nuevamente por razón de su amor, en cada uno de nosotros.

Porque este es el natural y el sobrenatural destino de los hombres, las mujeres, los ancianos y los niños. El alcanzar la total comunión, silenciosa en su plenitud, con El, tan bellamente descrita en el compartir el alimento nutritivo que recibimos a lo largo de nuestro peregrinar en esta tierra.


CONTINUAD LEYENDO LAS ENTRADAS ANTERIORES PARA MEDITAR SOBRE EL SUBSIGUIENTE MENSAJE EN ESTA SERIE DE DIGRESIONES

ALMORZANDO CON DIOS. NO DEBEMOS DEPRIMIRNOS TAN SOLO POR HABER ARRIBADO A LAS RIBERAS DE NUESTRA EDAD CREPUSCULAR Y POSTRERA...

No porque seamos vistos como ancianos y ya retirados por no ya más aparentemente útiles y luchadores productivos. Ni porque podamos ser rechazados, aislados o ignorados por los sistemas del mundo.

Dios está con nosotros, aún cuando estemos sentados, resignadamente en las bancas de los parques alimentando tan solo a las palomas.

Dios estará con nosotros y vendrá a compartir su tiempo con nosotros, hasta el final de nuestros días terrestriales y más aún cuando nos internemos en la infinita paz eterna que está esperando por nosotros.

Mientras tanto, El pasará por donde nos encontremos sentados, posiblemente deprimidos y solitarios, invitándonos a almorzar con El.
¡ALMORZAR CON DIOS! UN MENSAJE ESENCIAL Y ESPECIALMENTE NECESARIO EN ESTOS TIEMPOS TURBULENTOS.

Meditemos sobre el contexto del mensaje
Almorzando con Dios! Una parábola humana!!

Un pequeño niño quería conocer a Dios. Sabía que tendría que viajar muy lejos para llegar al lugar donde El vive. Por lo tanto, puso en su mochila pequeños pastelillos de chocolate y jugos de frutas, y comenzó a caminar.

Después de caminar por varias horas vio a una pareja de ancianos a lo largo del camino. Estaban sentados, solos, en la banca de un parque, contemplando en silencio como algunas palomas recogía las migajas de pan que ellos les arrojaban.

El niño se sentó al lado de ellos y abriendo su mochila comenzó a beber un jugo de frutas cuando se dio cuenta que la pareja de ancianos lo observaba.

Entonces, el les ofreció uno de sus jugos. Ellos, con gratitud aceptaron y sonrieron. Sus sonrisas eran bellísimas, y el niño, deseando verlos de nuevo sonreír, les ofreció, esta vez, dos de sus pastelillos.

Los ancianos sonrieron nuevamente. el niño estaba fascinado, y permaneció al lado de ellos el resto del día, los tres, cómodamente sentados, mordisqueando, sorbiendo, y sonriendo sin emitir palabra alguna.

Al acercarse el final del atardecer el niño se levantó de la banca para regresar a su casa. Después de caminar unos cuantos pasos se detuvo, y regresó corriendo hasta donde los ancianos y los abrazó. Ellos lo abrazaron también, y le obsequiaron las mas preciosas sonrisas de su vida.

Cuando el niño llegó de regreso a su casa, su madre se sorprendió por la expresión de felicidad en su rostro. Entonces, ella, con curiosidad, le preguntó: hijo mío, ¿qué hiciste hoy para que estés tan feliz?

El niño le contestó: ¡hoy almorcé con Dios! Y antes de que su madre reaccionara, añadió. Y ¿sabes una cosa? ¡Dios es una pareja de ancianos! Y ellos tienen la más bella sonrisa que jamás haya visto.

Mientras tanto, la pareja de ancianos, radiantes de felicidad, regresaron también a la casa de su hijo. El se sorprendió al observar la paz que irradiaban sus rostros, y les preguntó: ¿mamá, papá? ¿Qué les pasó el día de hoy que los hizo tan felices?

La pareja de ancianos contestaron: ¡comimos pastelillos y bebimos jugos en el parque, con Dios! Y antes de que su hijo replicara cualquier cosa, agregaron: y, ¿sabes una cosa? ¡El es más joven de lo que pensábamos!

¡Gracias, Dios! ¡Porque eres quien eres!

¡Gracias, Dios! ¡Porque jóvenes o ancianos, podemos ser tu imagen en la vida de otros!

Con demasiada frecuencia no nos damos cuenta de la fortaleza de un abrazo, de una palmadita en la espalda, o de una sonrisa sincera, o de una palabra reconfortadora, o de un oído atento, o de una palabra agradable, o del más pequeño gesto de aprecio o preocupación por nuestro bienestar.

Pero todos esos pequeños detalles tienen el mágico poder de cambiar vuestra y la vida de muchos otros, al ofrecerles el momento transcendental del cambio de un estado de infortunio a la felicidad verdadera.

La gente forma parte de nuestras vidas por una razón específica. Puede ser por tan solo un breve espacio de tiempo o por toda una vida. Recibámoslos a todos de la misma manera. Ah!, pero no nos olvidemos nunca de sentarnos siempre a almorzar con Dios.

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DEBEMOS SER REALISTAS; PLANTAR FIRMEMENTE NUESTROS PIES SOBRE EL SUELO, Y NO VIVIR UTOPÍAS SIN SENTIDO…


Debemos reconocer las realidades de la vida por infortunadas que estas sean.

Meditemos, rumiemos, y hagamos nuestro el conocimiento de estas realidades, a como son descritas en el mensaje que recibí y he convertido en un video.
Realidades de la vida

Se tiran piedras tan solo a los árboles cargados de frutos. No sé de ningún otro signo de superioridad que la rectitud y la nobleza.

Lo que ya se fue está ido. Lo que esperas todavía está ausente. Solo el presente es tuyo.

El que teme sufrir sufre precisamente por el temor que tiene. No existen placebos para el temor.

Cava el pozo antes de que tengas sed o tengas que ir a pedir agua a tu vecino. Es un asunto vital de dignidad y auto-sustento.

La paciencia es un árbol de raíces amargas pero de dulces y apetitosas frutas.

El mentir nos puede llevar muy lejos, pero nos deja sin esperanza alguna de poder retornar al camino correcto.

El Gran Arquitecto del Universo dotó a la humanidad de dos oídos y tan solo una boca, para que pueda escuchar por ambos lados lo que se dice en el centro.

Si lo que quieres decir no es más bello y significativo que el silencio, no lo digas.

Nunca es más fácil el desviarse demasiado que cuando creemos que estamos en el camino correcto.

La crueldad, el abuso y la violencia, son la fuerza bruta de los cobardes.

No existen árboles en pie que la fuerza de la tormenta y los vientos no hayan puesto a prueba.
Las huellas de las personas que te han acompañado en el camino jamás se borran ni se olvidan.
CONTINUAD LEYENDO LA ENTRADA QUE COMIENZA RENGLÓN ABAJO

PERO TAMBIÉN DEBEMOS…

ENFRENTAR LA VIDA CON OPTIMISMO Y DECISIÓN, DICIÉNDO A LOS QUE NOS RODEAN Y DICIÉNDONOS A NOSOTROS MISMOS. CON PROFUNDA CONVICCIÓN, LO QUE NOS TRANSMITE EL CANTANTE...
Así es la vida… Es lo que la gente dice.

La gozas en Abril. Lo pierdes todo en Mayo. Pero yo sé que voy a cambiar esa tonada cuando esté de nuevo en la cima en Junio.

Así es la vida aunque parezca a veces divertido. Algunos se divierten destrozando sueños, pero no permitiré que esto me desanime, porque este viejo mundo aún se mantiene girando.

He sido payaso, pobre, pirata, poeta, manoseado y rey. Y he estado arriba y abajo, adentro y fuera. Y estoy bien cierto de algo.

Cada vez que me encuentro con mi cara contra el suelo, me levanto y regreso nuevamente a la lucha.

Así es la vida y no podemos negarlo. Sí, he pensado en rendirme pero mi corazón no lo acepta.
Y si no creyera que vale la pena intentarlo, estén seguros que me enrollaría en mí mismo y moriría. Al despertar alguna mañana me enrollaría en mí mismo y moriría.
ESTE ES EL FINAL DE ESTA PRIMERA PARTE DE LAS SERIES DE DIGRESIONES Y COMENTARIOS.