Monday, July 19, 2010

2. DESTINO, ESPERANZAS Y TEMORES

Para completar estas reflexiones, quiero compartir mis pensamientos con los jóvenes y no tan jóvenes por igual, ya que todos somos parte de la trama viviente que hace que este mundo sea lo que es.

No quiero, ni por un instante, evadir o cerrar los ojos a las duras realidades de la vida que afligen a todas las sociedades e individuos, hoy en día.

Tampoco quiero demonizar o condenar a los que sucumben ante ellas o ante los conveniencieros incentivos ofrecidos a fin de ganar voluntades o torcer actitudes cuando estas se oponen a los que detentan temporalmente el control de los conglomerados sociales en los que están viviendo.

Cada quien, a como alguien ha dicho, es dueño de sus propios miedos, pero yo aún más bien diría, cada quien tiene un límite de resistencia y un punto de quiebre de voluntades y acciones.

Sin embargo, y para ser fiel a los valores morales que me fueron inculcados desde mi niñez más temprana, necesito afirmar que ninguna presión exterior es lo suficientemente poderosa e inevitable, como para abrumar o demoler nuestras voluntades o destruir nuestras integridades personales.

A todos vosotros os digo, que vale la pena el permanecer a toda costa siendo real y enfrentando gallardamente todas las triquiñuelas de la vida, sus tentaciones y presiones fatales.

Debemos realmente comprender que las adversidades pueden ser superadas, las esperanzas son el ingrediente indispensable para una vida plena, y que los temores se apoderan de nosotros, siempre y cuando dudamos, vacilamos o claudicamos ante las sutiles, toscas y poderosas, no hay que negarlo, amenazas a nuestro correcto entendimiento de la vida y nuestras consecuentes acciones, actitudes y pensamientos.

Los manipuladores de siempre harán uso de toda circunstancia y tiempo, doquiera y en cualquier momento que mostremos debilidad, codicia o actitudes acomodaticias.

POR LO TANTO, COMPRENDAMOS
LO QUE EN REALIDAD SON
EL DESTINO, LAS ESPERANZAS Y LOS TEMORES.

El miedo a la vida.
El miedo al hombre.
El miedo a la presión del grupo.

Todo se reduce a la interrogante fundamental
sobre SER O NO SER
Y, luego, enfrentar las consecuencias.

Determinando, conscientemente,
quién eres y quién quieres ser.
Decidiendo, sobre todo,
quién quieres ser cuando no haya testigos a tu lado.

Aceptando que Dios tiene un plan
y un tiempo para tu vida.

Normalmente la gente tiene miedo a la muerte,
Ya sea en su forma natural
o a la muerte emocional de la condena a la soledad
o el rechazo de los vecinos, conocidos o amigos.

Y por ello permiten que el miedo a la vida
o a vivirla correctamente entre en sus vidas,
evitando arriesgarse y mantenerse firmes
en sus convicciones y creencias.

Cediendo a las presión y a la manipulación
del impulso natural de querer ser aceptados
en el entorno social,
por los ocasionales compañeros
de viaje por la vida.

Una cosa tenemos todos que aprender
mientras transitamos por la vida.
El no tener miedo al mundo,
a la muerte o a la vida,
o a la sumisión obligada
a ninguna exigencia
o conducta irracional
demandada por el grupo.

Y mientras vayamos transitando
por los vericuetos de la vida,
no permitirnos más que ser,
al mismo tiempo,
verticales y sin componendas,
en lo que somos
y en lo que hacemos consecuentemente.

Tolerantemente comprendiendo
tanto las nuestras como las ajenas debilidades,
sin por ello justificar o aceptar
lo nocivo, lo falso o lo incorrecto,
simplemente por una interesada
o impuesta conveniencia



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