Wednesday, May 4, 2011

CANTARÉ! CANTARÁS!

La firmeza y la rectitud del testimonio personal, ante los avatares de las circunstancias y de la vida misma, son el canto del espíritu.


Es innegable el abuso y el sufrimiento, reeditado y aumentado por la siempre creciente tendencia al autoritarismo y el cinismo de los sectores gobernantes, tanto en lo social y lo económico en sus componendas con lo político.


Es indudable su vigencia y persistencia a pesar de todos los intentos individuales por vivir una autenticidad que subsista a pesar de todos los obstáculos.


Es generalizada y pervasiva la siempre creciente influencia de la corrupción sobre la coexistencia pacífica de los que se esfuerzan por ganarse honradamente su sustento.


Es asfixiante y descorazonante, aunque todavía sigo pensando que no es inevitable, a pesar de la continuidad de los abusos por parte de los poderosos y del sufrimiento como pan cotidiano de la inmensa masa de los que se ven sojuzgados en sus esfuerzos y sus legítimos derechos.

Sin embargo y como dice el dicho, la esperanza es lo último que se pierde, por la debilidad inherente del que sufre sin ver ninguna luz en su horizonte.

Por ello, a como dije al principio no perdamos nunca de vista que la firmeza y la rectitud del testimonio personal, ante los avatares de las circunstancias y de la vida misma, son el canto del espíritu.


En ese canto reside el último esfuerzo por retener la libertad y el positivismo. A nuestra manera y de acuerdo con nuestras posibilidades y los dones que nos hayan sido dados o adquiridos, imitemos a los pájaros, afiancémonos firmemente a las ramas de nuestra integridad a pesar de todo lo fuerte que puedan ser los vientos.


Nunca la noche es más oscura que cuando ya se avecina el amanecer de un nuevo y mejor día. Recordemos aquello de que si los pájaros aunque no siembren siempre encuentran su alimento por la generosidad del que nos ha creado. ¿Con cuanta mayor razón no podremos esperar resultados mejores si a ello le agregamos la sal y el optimismo de nuestra voluntad y esfuerzo?


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