Hace unas cuantas noches, por el insomnio creciente tan natural en la edad que disfruto, observaba con estupor una serie de películas y documentales en las que se desplegaban como una ocurrencia diaria la violencia, el abuso, y la intolerancia que afecta a tantas personas en el mundo presente, pero sobre todo que se ensaña en los niños a los que en el menor de los casos se convierte en máquinas inmisericordes de odio, intolerancia y muerte.
Por estas mismas fechas me fue obsequiada una revista de un grupo corporativo de negocios en los que se reportaban logros y retos y se estimulaba la motivación y la actitud de positivismo y progreso.
Me llamó especialmente la atención que en las páginas principales, a la par de los análisis y proyecciones de negocios, se desplegara una serie de pensamientos atribuidos a Albert Einstein, con el título de “Pensamientos Transcendentes”
Por estas mismas fechas me fue obsequiada una revista de un grupo corporativo de negocios en los que se reportaban logros y retos y se estimulaba la motivación y la actitud de positivismo y progreso.
Me llamó especialmente la atención que en las páginas principales, a la par de los análisis y proyecciones de negocios, se desplegara una serie de pensamientos atribuidos a Albert Einstein, con el título de “Pensamientos Transcendentes”
Como preámbulo del mensaje de una valiente abuela que es el tema principal de estas reflexiones, transcribiré algunos de ellos…
“la vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa” “Es más fácil destruir un átomo, que destruir un prejuicio” “los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición de parte de mentes mediocres”
“Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos” “vivimos en el mundo cuando amamos. Solo una vida vivida para los demás merece la pena de ser vivida” “hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, que la electricidad y que la energía atómica: la voluntad”
“cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La Paz” “hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”
Los conceptos fundamentales me impactaron profundamente:… Peligrosidad. Evasionismo. Indiferencia. Prejuicio. Oposición. Violencia. Mediocridad. Madurez. Actitud. Voluntad. Involucramiento. Transcendencia. Generosidad. Necesidad. Urgencia. Infinitud. Potencialidad. Estupidez. Empecinamiento.
El dilema humano es bien claro. La decisión a tomar aún más clara y contundente. Ser o no ser. Y no hacer como que somos aunque actuemos contradictoria e incongruentemente. Porque para decidir ser tenemos que ser firmes, verticales, contundentes.
Como la valiente abuela cuya madurez y firmeza se traslucían en la fotografía que servía de fondo al mensaje recibido y deseado que fuera transmitido para catalizar decisiones unilaterales que luego se conviertan en la avalancha del cambio positivo y del progreso necesario para la supervivencia misma de nuestra humana naturaleza.
Ojalá que el contenido total de su mensaje llegue a vuestra mente, vuestro corazón y vuestro espíritu y se transforme en acción y posicionamiento ante la violencia, la intolerancia, el abuso y la claudicación moral que hoy corroe el núcleo mismo de nuestra existencia.
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